El vendaval más intenso en Cataluña desde el año 2009, con rachas extremas que superaron los 100 kilómetros por hora en numerosos observatorios, se cobró ayer la vida de dos personas en Terrassa -atrapadas por la caída de un muro- y una tercera en un accidente de tráfico en Vandellòs, y ocasionó diversos problemas en el tráfico viario y ferroviario, incluido el descarrilamiento de un convoy de la línea R-3 que hirió de gravedad al conductor, así como centenares de desperfectos en cornisas y mobiliario urbano. El temporal remitió ayer por la tarde y hoy solo se mantienen en alerta naranja (nivel medio) las comarcas del Pirineo.

Para valorar la magnitud del temporal, el conseller catalán Ramon Espadaler comentó ayer que unas rachas tan intensas y en un territorio tan amplio no se registraban desde el paso del ciclón Klaus hace casi seis años, cuando el viento derrumbó el muro de un pabellón de béisbol en Sant Boi y causó cuatro muertos, al margen de arrancar miles de árboles en las comarcas del Baix Llobregat y el Vallès Occidental. En este sentido, el titular de Interior insistió en que el muro que sepultó a las dos personas en Terrassa -un hombre de 27 años y una mujer más joven- no cayó por una racha puntual, sino por un "viento intenso y sostenido".

El viento no solo afectó al Pirineo, el Montseny o la Costa Brava, como suele ser habitual en las entradas de componente norte, sino que alcanzó rachas excepcionales en zonas menos proclives, como Caldes de Montbui, donde se registró una punta de 124 km/h. Incluso en el centro de Barcelona se llegó a unos notabilísimos 70 km/h.

RACHAS SOSTENIDAS El muro que se derrumbó en Terrassa, situado en la plaza de la Dona Treballadora, pertenecía a una fábrica de la empresa AEG actualmente abandonada, pero según fuentes municipales eso no quiere decir que estuviese en mal estado. Las causas de la caída se están investigando. "Hemos localizado el cuerpo de una chica de entre 15 y 17 años que se suma a la víctima mortal de 27", indicó el alcalde de Terrassa, Jordi Ballart. El ayuntamiento decretó dos días de luto.

También el fuerte viento fue el probable causante de un accidente mortal acaecido el lunes por la noche en la AP-7, a la altura de Vandellòs, cuando una autocaravana volcó y cayó por un terraplén de unos 10 metros. Una mujer sueca de 60 años falleció y el hombre que le acompañaba está ingresado en el Hospital Joan XXIII de Tarragona.

El Vallès Occidental fue una de las comarcas más afectadas. Según un balance de Protecció Civil de la Generalitat a las seis de la tarde, cuando el temporal ya empezaba a remitir, el 55% de las 1.938 llamadas recibidas por el teléfono de emergencias 112 procedían de esa comarca. Del total, los bomberos tuvieron que atender 1.547 servicios, gran parte debidos a la caída de árboles.

Un árbol en la vía férrea fue precisamente el responsable de que un tren que circulaba por la línea R-3 al la altura de El Figaró descarrilara y hubiera que buscar un servicio alternativo por carretera en el tramo entre La Garriga y Vic. El maquinista, según el conseller Espadaler, podría sufrir la amputación de algún miembro.

Por el mismo motivo de un árbol caído, el servicio de Rodalies también se vio afectado en la R-4 entre Sabadell y Sant Vicenç de Castellet. El viento ocasionó asimismo la caída de numerosos árboles en carreteras como la BV-1243 (en Caldes de Montbui), la C-250 (Quart) y la B-224 (Sant Esteve Sesrovires).

ALUMNOS SIN CLASE En las escuelas Joan Oliver y Ferran Casablancas de Sabadell la caída de ramas de árboles rompió diversos cristales. En otros centros educativos de la comarca, como la escuela Salvans de Terrassa o las tres de Polinyà, se comunicó a los alumnos que comen en casa que no regresaran a clase por la tarde. En Matadepera, el viento reventó la puerta de acceso al Casal de Cultura, mientras que en la Universitat Autònoma de Barcelona varios árboles se precipitaron sobre vehículos estacionados en la zona de aparcamientos. Además, el temporal dejó sin suministro eléctrico a unos 30.000 abonados en las comarcas del Vallès Occidental, el Oriental y el Maresme, así como a 9.800 en el Gironès.