Sesenta nuevos radares ligeros para los motoristas de la Guardia Civil, más vigilancia de los Pegasus en autovías y autopistas y señalización fija de 300 tramos peligrosos de vías convencionales son parte del dispositivo de Tráfico para el éxodo del verano, que soportará 84 millones de viajes.

Novedades que dio a conocer ayer en rueda de prensa la directora general de Tráfico, María Seguí, que ha cifrado en un 3,5% más el número de desplazamientos de vehículos por carretera previstos para julio (41 millones) y agosto (43 millones).

Además, se llevarán a cabo tres campañas intensivas durante los meses estivales: una de ellas (entre el 11 y 17 de julio) para vigilar las condiciones de los vehículos y otra que supondrá el incremento de los controles de alcohol y drogas en coincidencia con el puente del 15 de agosto. La tercera tendrá que ver con el control de la velocidad, que se llevará a cabo la semana del 22 de agosto tanto en vías de alta capacidad como en carreteras convencionales y desde el aire, a pie y con los radares fijos y móviles.

INVERSIÓN VERANIEGA / La Dirección General de Tráfico ha invertido un total de 3,2 millones de euros en estas medidas, que se ponen en marcha en coincidencia con las vacaciones de verano, según dijo Seguí, que cifró en 826 el número de radares que funcionarán en las carreteras, incluidos los 60 nuevos cinemómetros ligeros.

Cuatro serán las operaciones especiales durante estos dos meses: la primera hoy 1 de julio y hasta el domingo; la segunda del 29 de julio al 1 de agosto, la tercera del 12 al 15 de agosto y la cuarta del 26 al 28 de ese mismo mes, con dispositivos especiales. No obstante, todos los fines de semana habrá controles especiales, gracias a la participación de unas 10.000 personas entre guardias civiles y personal de Tráfico especializado.

Y para que pueda cumplirse el objetivo de «cero fallecidos, cero lesionados y cero congestión», según Seguí, este verano cuenta con algunas novedades, como esos 300 tramos señalizados en carreteras convencionales de todo el territorio nacional (salvo Cataluña y País Vasco, que tienen competencias propias). Tramos que, según se ha podido documentar, son los más peligrosos porque en ellos se rebasa la velocidad hasta en 30 km/h sobre el límite genérico y porque concentran más accidentes. Sobre ellos habrá más vigilancia e incorporarán paneles que informan a los conductores a qué velocidad están circulando en ese momento.

VÍAS SECUNDARIAS / Dado que los 60 nuevos radares son ligeros (han costado un millón de euros), los motoristas de la Guardia Civil podrán usarlos en cualquier emplazamiento, sobre todo en aquellos tramos donde se observe más accidentalidad.

Seguí recordó que el 75% de las víctimas mortales este año se han producido en carreteras secundarias, pero la DGT ha constatado un aumento en autovía y autopista (70% más en los cinco primeros meses del año que en el mismo periodo de 2015).