Un paciente tetrapléjico desde hace más de diez años, ha sido capaz de controlar un brazo robótico solo con pensar en ello y usando su imaginación, según un estudio publicado ayer por la revista Science . En una investigación del Instituto de Tecnología de California (Caltech) y la Escuela Keck de Medicina de la Universidad de Los Angeles, Erik Sorto, de 34 años y paralizado de cuello hacia abajo, ha realizado movimientos como dar la mano o jugar a "piedra, papel o tijera" manejando un brazo robótico situado junto a él.

Hasta ahora, los dispositivos neuroprotésicos se implantaban en la zona del cerebro donde se sitúa el centro del movimiento, el córtex motor, que puede permitir a pacientes con amputaciones o parálisis controlar un brazo robótico pero con un movimiento torpe y con retraso respecto al pensamiento. En este caso, los investigadores implantaron microelectrodos en la zona del cerebro donde se produce la intención del movimiento, el córtex parietal posterior, con lo que han logrado que el paciente realice movimientos de una manera mas natural y fluida.

"Cuando mueves un brazo, realmente no piensas en los músculos que hay que activar ni en los detalles del movimiento (...) sino que piensas en el objetivo del movimiento", por ejemplo coger un vaso de agua, explicó el profesor Richard Andersen, director del estudio.

Tras la operación realizada en 2013, Sorto aprendió a controlar el cursor de un ordenador y un brazo robótico con su mente. Sorto dijo que el momento más "emocionante" de su aprendizaje fue la primera vez que movió la pieza robótica con su pensamiento y dijo que estaba sorprendido "de lo fácil que era".