El impacto brutal lo dejó todo reducido a pequeños pedazos calcinados. Así relataron ayer los testigos lo que encontraron cuando llegaron a Gossi, el lugar en el norte de Mali donde el pasado jueves se estrelló el avión de Swiftair con 116 personas a bordo, entre ellas los seis tripulantes españoles. "Nunca había visto tal horror. Todo estaba quemado", dijo a la agencia EFE Musa Bagayoko, un fotógrafo que se desplazó al lugar de los hechos poco después del siniestro desde la ciudad de Gao, situada a unos 100 kilómetros.

Un médico militar que acudió al lugar de la tragedia para participar en las labores de búsqueda de cadáveres explicó que los cuerpos "están despedazados", en descomposición y muchos de ellos situados entre escombros que aún humean.

"Va a ser muy difícil recuperar los cuerpos de las víctimas porque solo hemos vistos trozos de carne humana esparcidos por el suelo", dijo el general Gilbert Diendieré, jefe del Estado Mayor de Burkina Faso.

ENORME CRATER El choque del avión contra el terreno dejó un enorme cráter alrededor del cual, en un radio de 500 metros, se esparcen los pedazos del aparato y los restos de las personas que iban en la aeronave. Por la distribución de los restos del aparato da la impresión que parte de la aeronave rebotó tras impactar contra el suelo.

Ayer, miembros de la Misión de la ONU en Mali (Minusma) encontraron la segunda caja negra del aparato. Según Radhia Achouri, la portavoz de la Minusma, la caja negra fue localizada en el lugar del accidente, como ya ocurrió con la primera, hallada el viernes por las tropas francesas desplegadas en esa zona. Ese dispositivo, que debe ayudar a aclarar lo ocurrido, fue trasladado a la ciudad de Gao, donde ya se llevó la primera de las cajas negras. "Por el momento, todo lo que se encuentre en el lugar de los hechos que pueda ayudar en las investigaciones va a ser trasladado y concentrado en Gao", comenta Achouri.

Para participar en las primeras labores de identificación sobre el terreno, ayer llegaron al norte de Mali un equipo de expertos en aviación civil y de la policía científica enviados por el Gobierno español. Los técnicos enviados son dos miembros de la comisión de investigación de accidentes e incidentes de Aviación Civil y cinco investigadores del Cuerpo Nacional de Policía expertos en la identificación de cadáveres.

Además, en esa delegación han viajado dos técnicos de Swiftair, la aerolínea española que había alquilado su avión y la tripulación a la compañía Air Algerie para cubrir el trayecto entre Uagadugú (Burkina Faso) y Argel (Argelia). Los expertos en identificación llevan consigo ADN de los familiares de las víctimas para ayudar en la identificación de los restos.

Al lugar del siniestro también han sido traslados, desde Uagadugú, una primera delegación de representantes de las familias de las víctimas de Francia, Líbano y Burkina Faso.

"Hemos querido que haya familiares en el lugar. Vamos a hacer todo lo posible para que las familias puedan constatar lo que ha pasado sobre el terreno", comentó el ministro de Administración Territorial de Burkina Faso, Jerôme Bougouma.