Los vecinos testigos del incendio han narrado escenas estremecedoras, como la de varios niños y adultos arrojándose por las ventanas con las ropas en llamas. La tragedia ha comenzado hacia las 6,30 de la mañana, cuando los primeros gritos han despertado a todo el barrio. En cuestión de minutos, el fuego que se habían desatado en la planta baja impedía a los vecinos del inmueble afectado escapar por las escaleras. La mayoría de ellos se arrojó desde una altura de más de 5 metros, con el pijama aún puesto y descalzos, para huir de una muerte segura.

Los primeros en llegar al lugar han narrado su impotencia ydesesperación, ya que era imposible socorrer a quienes se encontraban en el interior. Una patrulla de la Ertzaintza, que llegó a escasos minutos de iniciado el siniestro, se encontró ya con una decena de personas en la parte trasera del inmueble, con gravesquemaduras y fracturas en las extremidades; acababan de saltar por las ventanas, y no podían moverse. Entretanto, en la parte delantera de la vivienda, un humo negro intensísimo obligaba a mantener una distancia prudencial. Muchos de los presentes tenían familiares entre los habitantes de la vivienda en llamas, mientras se hacían los primeros recuentos entre los supervivientes para saber si quedaba alguien dentro.

Una mujer ha asegurado que "empezó a arder el portal", por lo que tuvo que saltar con sus dos nietos y su marido por la ventana mientras intentaban orientarse entre nubes de humo y en medio de intensísimo calor.

LOS NIÑOS APARECIERON JUNTO A LA MADRE

Cuando los bomberos lograron entrar el edificio se encontraron con los cuerpos de los cuatro fallecidos, que residían en la buhardilla. El cadáver de la mujer fue encontrado junto con al de los dos pequeños, de tres y cinco años. Fuentes de la investigación han desvelado que "estaba como protegiéndoles". El estado de los cuerpos obligará a que la identificación se realice a través de pruebas de ADN.

La labor de los bomberos permitió también salvar a varios jóvenes que aún se encontraban en el edificio mientras las llamas amenazaban con un derrumbe completo del inmueble.

SUPERVIVIENTES

Un niño de unos 10 años logró escapar del fuego escondiéndose en algún rincón, lo que le permitió ganar tiempo hasta ser rescatado por los Bomberos, que accedieron a ese punto a través del tejado.

Entre tanta tragedia, otro niño, de apenas 11 años, consiguió escapar de la muerte por sus propios medios. Fue encontrado mareado por el humo, dando tumbos, pero ileso.