Ha pasado un mes de los atentados del 17 de agosto en Barcelona y Cambrils y, poco a poco, la investigación de los Mossos d'Esquadra, en colaboración con la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Pollicía, va arrojando luz sobre algunas de las muchas cuestiones que quedaban por aclarar de los esos ataques. ¿Cuál era exactamente su plan? ¿Iban a suicidarse en los ataques? ¿Cómo se financiaron? ¿Por qué tenían la base en Alcanar pese a vivir en Ripoll?

1 / ¿Cuál era el plan de los terroristas?

Los terroristas de la célula de Ripoll planeaban una serie de atentados con furgonetas bomba en al menos tres lugares de Barcelona. La explosión en Alcanar mientras preparaban los 100 kilos de explosivo TATP truncó sus planes y llevó a los miembros del comando atentar con un atropello en las Ramblas de Barcelona y con un ataque en Cambrils.

No obstante, Mohamed Houli Chemlal, el joven que sobrevivió a la explosión de Alcanar, confesó que los terroristas no tenían previsto suicidarse en esos atentados con la furgoneta. Según ha declarado, cuando el comando hablaba de los atentados, nunca estuvo sobre la mesa la posibilidad de hacerse estallar dentro de esos vehículos, si no de colocarlas en los lugares deseados y activarlas a distancia.

Eso les permitiría poder llevar a cabo días después nuevos atentados con el sobrante de los explosivos que habían fabricado y que pensaban preparar en chalecos bomba o en forma de bombas arrojadizas. Es decir, la célula había previsto varios días de ataques en la ciudad. Esa estrategia sigue al pie de la letra las consignas que ha lanzado el Estado Islámico a las células en Europa, en que se les aconseja que, en lugar de atentados suicidas, realicen acciones terroristas y huyan para volver a golpear de nuevo.

2 / ¿Como se financió el plan?

Los atentados del 17-A costaron poco dinero. Eso es lo que señalan los investigadores de los distintos cuerpos policiales que investigan lo ocurrido. «El atentado costó poco. Mucho menos que el 11-M», sentencia uno de ellos, que precisa: «La casa de Alcanar estaba ocupada, parte de los productos para fabricar el TAPT lo sustrajo uno de los miembros de la célula de la empresa de productos químicos donde trabajaba, y el resto de susbtancias no son caras, incluso la electricidad que empleaban la robaban de la red…»

La principal hipótesis, por lo que se sabe hasta ahora, es que no hubo financiación exterior del ataque y que los gastos los iban pagando los miembros de la célula con lo que ganaban de sus precarios empleos. Así, durante estos meses, los dos jóvenes que se instalaron en Alcabar lograron trabajos temporales en la recogida de la fruta. Pero no solo eso. Los investigadores de los mossos han logrado determinar que, en ocasiones, se dedicaron también a la venta de oro. Cómo conseguían ese oro, es algo que aún se desconoce.

3 / ¿Por qué tienen su base en Alcanar?

Una de las dudas que asaltó a los investigadores de los atentados de Barcelona y Cambrils fue el hecho de que la casa donde los terroristas estaban fabricando el explosivo estuviera a 298 kilómetros de su lugar de residencia. Es decir, por qué unos terroristas de Ripoll tenían como base de operaciones una casa en Alcanar, a casi tres horas de coche.

La razón de esa elección hay que buscarla, como casi todo en este atentado, en el imán Abdelbaki Es Satty. Y hay que remontarse a más de un año. Fue entonces cuando Youness Abouyaaqoub y Yousseff Alaa comunicaron al imán su deseo de independizarse de sus familias. Eran dos de los miembros de más edad del grupo y los que más cercanos estaban al imán, que mantenía con ellos conversaciones a los que los más jóvenes de la célula no eran invitados.

Ante su deseo de emanciparse, el imán les recomendó entonces que se desplazaran a Alcanar, ya que allí podían encontrar trabajo sobre todo en la recogida de la fruta, según han podido determinar los investigadores. El imán conocía bien la zona pues, tras su paso por la cárcel de Castellón, había estado residiendo en Onda y estaba al corriente de las posibilidades que ahí se ofrecían para encontrar empleo.

Los dos jóvenes le hicieron caso y se desplazaron hasta allí en el coche de uno de ellos. De hecho, a falta de recursos económicos para alojarse en un hotel o una pensión, estuvieron varios días durmiendo en el interior del coche. Así, hasta que localizaron el chalet abandonado el Alcanar. Al constatar que nadie residía allí, los jóvenes forzaron la entrada y procedieron a ocupar la vivienda. Además, ‘pincharon’ de forma ilegal la electricidad para poder tener luz en la casa. Una vez asentados, los jóvenes recibían regularmente visitas tanto del imán como de los otros miembros de la célula. En su entorno en Ripoll, no se percibía extraño que unos jóvenes se desplazaras 300 kilómetros para pasar unos días con sus amigos de toda la vida. En un primer momento, las visitas eran sobre todo de fin de semana.

4 / ¿Dónde compraron tantas bombonas?

Esta es una de las cuestiones a los que los investigadores de los Mossos no han podido aún dar una respuesta definitiva. La principal hipótesis es que los terroristas estaban convencidos de que el gas butano amplificaría el efecto de la deflagración del TATP. No obstante, en realidad, no hubiera ocurrido así, ya que las bombonas de butano no explotan. Lo máximo que habrían conseguido hubiera sido convertir las bombonas en más metralla.

Adquirir la mayor cantidad posible de bombonas de butano fue una prioridad para la célula. Buena parte de esas bombonas las compraron en internet. Luego, las rellenaban en las gasolineras de la zona. El argumento que daban cuando se les preguntaba es que las revendían a turistas franceses después de manipularla cambiándoles la válvula por una compatible con las que se usan en Francia.