El secreto de sumario y la escueta información oficial no permiten darlo por hecho, pero parece obvio que Norbert Feher, alias Igor Vaclavic o Igor el Ruso, es el presunto autor tanto del tiroteo mortal de anteayer como del que dejó dos heridos graves en Albalate del Arzobispo, Manuel A., de 73 años, y el cerrajero que le acompañaba a abrir su casa, que encontró cerrada, Manuel M. Ambos siguen ingresados pero el primero, que se ha recuperado sorprendentemente bien tras recibir un disparo que le dañó el pulmón y el hígado, podría ser dado de alta hoy mismo, según explicaba ayer en Antena 3.

Parece obvio preguntarse pues dónde ha estado durante esta semana. Al respecto, por un lado, en la zona se han producido en las últimas semanas varios robos, algunos de pequeños objetos de valor pero otros de comida, un botín extraño que podría delatar la mano del fugitivo. De hecho, entre algunos vecinos había cierto malestar porque, conociéndose los robos y el tiroteo previo, no se hubiera incrementado aún más la presencia policial previamente al trágico final de anteayer.

Esta hipótesis de los robos de comida casaría además con lo que se conoce de las andanzas criminales de Feher en Italia, en gran medida reveladas por El País en un artículo del pasado mes de junio, cuando cumplía dos meses como prófugo en el país transalpino. Allí logró eludir por completo a las fuerzas de seguridad, tras haber matado a un guardia provincial y dejado gravemente herido a otro agente. Le estaban buscando por el crimen anterior de un hostelero.

Según recogían diversos medios italianos, Feher, pese a ser serbocroata y, por sus 41 años, haber podido recibido formación durante la guerra de Bosnia, aludía a su pertenencia al ejército ruso, de ahí uno de sus alias. Fuera donde fuese el entrenamiento lo recibió, como demuestra su éxito en la fuga del cerco policial italiano. Con la Guardia Civil no ha tenido tanta suerte, aunque también es cierto que se desconoce cuánto tiempo lleva exactamente en España, o en Aragón. Algunas fuentes apuntaron a que se sospecha que entró por Gerona.

Las fuerzas policiales le atribuyen ser experto en tiro con arco, artes marciales y un consumado tirador. Como otros excombatienes de la antigua Yugoslavia y soldados de las repúblicas soviéticas, acabó por rentabilizar sus habilidades con el crimen.

De hecho, en Italia estuvo en prisión desde que fue detenido al llegar, en el 2006, hasta el 2014. Ni el diario nacional indicaba por qué fue esta primera condena, ni este diario pudo encontrarlo ayer entre las numerosas reseñas en Italia de Igor il Russo, como se popularizó allí. Pero sí se conoce que, tras salir de prisión, volvió a las andadas. Al parecer era el líder de una banda de ladrones violentos, que en abril del 2015 asaltaron la casa de un jubilado, al que ataron y mataron a golpes para robarle.