Más de 30 camiones sufrieron un sabotaje en el autopista AP-7 en la madrugada de ayer. Alguien extendió por el carril derecho de la vía, en sentido Barcelona a su paso por el Vallès Occidental, una trampa desconocida que reventó las ruedas de los vehículos. El sospechoso, todavía no identificado, «no es un gamberro, es un delincuente que ha puesto en riesgo la vida de varias personas», se apresuró a subrayar en declaraciones el intendente Josep Guillot, jefe de la Comisaría de Movilidad de los Mossos. El episodio de ayer, que generó algunas retenciones durante la mañana debido a las tareas de remolque de algunos de los camiones afectados, se parece demasiado a otro que se vivió en la misma AP-7 hace cuatro días. Entonces 13 camiones, también de madrugada, sufrieron pinchazos en las ruedas. El intendente Guillot aseguró que, de momento, no existe ninguna prueba que permita conectar ambos episodios. La investigación se halla en su fase «más inicial», remarcó Guillot, y todavía se desconoce el instrumento o el método empleado: una banda con púas como la que utilizan los policías en los controles para impedir que los coches se den a la fuga. El estado de las ruedas requiere un análisis más exhaustivo que tardará varios días en completarse. Debido a la gran envergadura que aguantan, cuando se pinchan, el peso del camión las destroza totalmente.