El rey Felipe VI ensalzó ayer el «proyecto común de paz, solidaridad y progreso» que representa la Unión Europea, galardonada con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia, que ha hecho posible «el periodo más largo de paz de la Europa moderna». Durante su intervención en la ceremonia de entrega de los galardones en el Teatro Campoamor de Oviedo, el Monarca hizo una semblanza de los premiados en cada una de las ocho categorías.

De la UE dijo también que ha sido capaz de «impulsar sus mejores valores», especialmente los derechos humanos, «en toda la comunidad» internacional. «Es un ejemplo de progreso y bienestar en tiempos de incertidumbre. Y representa la firmeza democrática frente al fanatismo; la libertad frente a la tiranía; la convivencia frente a la discordia; la cultura frente a la ignorancia», ha resaltado.

En su alocución, el monarca alabó también el sentido del humor, la asombrosa y precisa capacidad para la reflexión, la altas dosis de observación inteligente y la «mucha, mucha cultura» del grupo argentino Les Luthiers, Premio de Comunicación y Humanidades. El Rey, que quiso hacer un particular homenaje a los desaparecidos integrantes Daniel Rabinovich y Gerardo Masana, agradeció las «tantas horas de risas y de buen humor» proporcionadas por Les Luthiers con esos «increíbles y portentosos instrumentos nacidos de su incansable y admirable creatividad».

EJEMPLO DE LA CIENCIA / Don Felipe también tuvo palabras de «profunda admiración» para los galardonados con el Premio de Investigación Científica y Técnica, los doctores Rainer Weiss, Kip S. Thorne y Barry C. Barish y la Colaboración Científica LIGO (compuesta por más de 1.000 investigadores de un centenar de instituciones de 18 países) por la detección de las ondas gravitacionales, ondulaciones del espacio-tiempo anticipadas por Albert Einstein. «Todo un ejemplo de cómo un gran proyecto, además de unos firmes y bien definidos objetivos, necesita mucha participación», dijo el Rey, quien aseguró que «el fin último de su dedicación como buenos científicos es mejorar la vida humana, y fortalecer nuestro progreso y nuestro bienestar sobre la Tierra».

También ensalzó a la Hispanic Society of America, una entidad cultural con sede en Nueva York con más de un siglo de historia que alberga la mayor colección de arte hispano fuera de España y que ha obtenido el galardón de Cooperación Internacional, por la «belleza y coherencia de su colección» y por «su profundo amor por la cultura milenaria de las comunidades de hablas española y portuguesa, por su devenir histórico y sus tradiciones». Don Felipe recordó que la institución nació de la «pasión y generosidad» de su fundador, Archer Milton Huntington.

De la selección masculina de rugby de Nueva Zelanda, conocida como los All Blacks y ganadora del Premio de Deportes, el Rey resaltó sus valores de lealtad y compañerismo, así como el ejemplo que representan de «diversidad, fusión de culturas y tradiciones». «Un impagable ejemplo, sobre todo para los niños y jóvenes del mundo, que deben aprender a practicar el deporte con un espíritu solidario», afirmó.

De la ganadora del Premio de Ciencias Sociales, la pensadora e investigadora británica Karen Armstrong (Reino Unido, 1944), considerada una referencia internacional en el estudio comparativo del islamismo, el judaísmo y el cristianismo, Felipe VI puso en valor sus «estudios profundos y documentados» que han sabido «precisar el sentido la definición de la palabra compasión». Las reflexiones y afirmaciones valientes, añadió, son «necesarias para recuperar el sosiego en este mundo a veces tan lleno de ruido, tan escaso de reflexión.

Del poeta polaco Adam Zagajewski (Lwów, 1945), recordó que sufrió el dolor de la guerra y del exilio, y, sin embargo -o quizá por ello- ha vivido «intentando atrapar el instante, ese momento de suspensión en el que toda la belleza del mundo puede quedar condensada en un solo verso».

Sobre el maestro del dibujo William Kentridge (Johannesburgo, 1955), Premio de las Artes, el Rey destacó la obra «intensa, comprometida y valiente» de un artista que conoce de cerca el sufrimiento de la discriminación, la injusticia del apartheid y el dolor padecido durante años por sus compatriotas sudafricanos.