El arranque del éxodo veraniego por carretera provocó algunas retenciones en las salidas de las grandes ciudades, especialmente en Madrid, Barcelona y Valencia, aunque no son más problemáticas que las que habitualmente ocurren un viernes a primeras horas de la tarde.

Según informa la Dirección General de Tráfico (DGT), en Barcelona las dificultades en la circulación se centraban poco antes de las tres de la tarde de ayer en la A-2 en Sant Joan Despí, en la AP-7 en Barbera del Vallés, en las B-10 y B-20 en ambos sentidos, en la B-30 en Cerdanyola o la C-50 en Montcada y Reixac.

Ya en la Comunidad de Madrid, la A-3 sufría tráfico lento en Rivas-Vaciamadrid en ambos sentidos, en tanto que el punto más complicado la A-4 era la zona de Getafe, en la A-5 el tramo entre Alcorcón y Móstoles y en la A-6 el Bus-VAO por un accidente y el recorrido entre Majadahonda y La Florida en ambos sentidos. En la A-42 y en sentido entrada a Madrid había atasco entre Illescas y Torrejón de la Calzada y en dirección salida entre Parla y Torrejón de la Calzada.

Mientras, en Valencia la circulación era más lenta en la V-30 en Quart de Poblet y en Xirivella, en la A-3 en la capital, en la V-31 en Silla y en la N-220 en Manises. Sevilla sufría las tradicionales complicaciones en la SE-30 en la Gota de Leche, desde Mercasevilla hasta el Puente de Reina Sofía.

CUATRO MUERTOS EN TOLEDO/ La jornada comenzó con la noticia de un trágico accidente en el que cuatro personas murieron y otras cuatro resultaron heridas de gravedad por la colisión frontal de dos turismos en la CM-4009 en la provincia de Toledo. Los cuatro hombres que fallecieron viajaban en el mismo vehículo, mientras que los cuatro jóvenes heridos, naturales de La Puebla de Montalbán (Toledo), iban en el otro turismo siniestrado.

La operación especial de tráfico del verano comenzó a las tres de la tarde, con un total de 4,3 millones de desplazamientos de largo recorrido previstos hasta la noche del domingo 2 de julio. Tráfico espera que en todo el verano se produzcan 89 millones de desplazamientos por carretera, un 4,6% más que el año pasado (4 millones más).

Ayer, en declaraciones a Efe, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, dijo estar convencido de que «la sociedad entiende» que la ley tiene que contemplar un mayor reproche penal para conductas imprudentes de los conductores, como el consumo de alcohol y drogas, las distracciones graves o la omisión de socorro tras un siniestro. «Hay que guardar un equilibrio pero tiene que haber un reproche penal acorde con la gravedad de los hechos», defendió Zoido en la entrevista.

Durante los próximos dos meses Tráfico espera se produzcan 89 millones de desplazamientos, con miles de personas en las carreteras, a las que Zoido, de forma simbólica, le «encantaría pasar lista» para que todas estuvieran de regreso a sus casas con vida, si bien en lo que va de año, con fecha 29 de junio, han fallecido ya 554 personas, 17 más que en 2016.

Zoido explicó este repunte, entre otros factores, por el aumento de los desplazamientos y del parque automovilístico, sin olvidar un incremento en el «abuso» del consumo de drogas y alcohol sobre el que el Gobierno, recordó, «ya ha tomado medidas con más controles y más campañas crudas pero sin herir la sensibilidad».

También el Ejecutivo, reiteró Zoido, quiere dar más protección a los ciclistas y los peatones, los más débiles en las carretera y, por ello, el PP ha registrado una proposición de ley en el Congreso para revisar las penas a los conductores que atropellen a estos usuarios de la vía.