La Policía Nacional ha recuperado un feto de cuatro meses que el padre había escondido en el interior de la nevera de su domicilio de Granada después de que su mujer, que había ingresado en el hospital con pérdidas de sangre, sufriera un aborto. Según informó la Policía, el hombre aprovechó el momento en que los profesionales sanitarios atendían a la mujer tras sufrir el aborto y expulsar la bolsa y la placenta para recoger el feto y huir con él.

La mujer, de 30 años y embarazada de cuatro meses, se personó junto a su marido en urgencias de un hospital informando de que mientras estaba en el recinto ferial de Granada había comenzado a sangrar y que estaba preocupada dado su estado de gestación. Después de que le practicaran una exploración, fue ingresada en planta, y ya de madrugada sufrió un aborto y expulsó la bolsa y la placenta al exterior.

Según la Policía, mientras los especialistas sanitarios atendían a la mujer, su marido aprovechó la situación para recoger el feto y emprender la huida. Los agentes localizaron al marido, que había escondido el feto en la nevera alegando que era su hijo. H