Los Estados Unidos y el Reino Unido han prohibido que blogueros y usuarios de redes sociales promocionen productos sin indicar al público que están haciendo publicidad. Varias blogueras de moda y belleza están en el punto de mira por no mencionar sus contratos, pero las acusaciones de publicidad encubierta y pagada se extienden también a instagramers, youtubers y tuiteros, a quienes el mundo de la publicidad considera los nuevos prescriptores (influencers) capaces de lograr que un producto se venda.

En España, la ley también prohíbe la publicidad encubierta en las redes. Sin embargo, ningún consumidor ni ningún inspector de la Administración denuncia nunca a ningún canal de Youtube, blog o cuenta de Instagram por cobrar por publicitar productos o servicios sin decirlo. Solo se ha hecho con las televisiones.

Las redes sociales parecen vivir en un limbo legal donde tampoco está claro en qué lugar se debería denunciar. La Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), dependiente del Ministerio de Industria, tiene competencias sobre la publicidad encubierta, pero solo la ejerce con las televisiones. La Secretaria de Estado de Telecomunicaciones (SETSI), a quien corresponde el cumplimiento de la LSSI, la ley de internet, afirma que no ha recibido denuncias por publicidad encubierta.

Tampoco Autocontrol, el organismo de control de las propias agencias publicitarias, ha recibido denuncias ni hace investigaciones de oficio. IAB Spain, la patronal de la publicidad digital, trabaja desde hace meses con el sector en la redacción de un código de buenas prácticas que será voluntario.

UNA GUÍA LEGAL / IAB Spain sostiene en su Guía Legal de Marketing de Influencers, que «el consumidor debe quedar claramente informado de que está ante publicidad y no ante otro tipo de contenido».

Y esto no siempre ocurre, por no decir casi nunca. Tampoco las comunidades autónomas, que tienen transferidas las competencias sobre consumo y publicidad, se han metido en ella. Y las asociaciones de consumidores se han quedado también en telvisiones y cine, y prefieren no opinar.

Hay varios tipos de influencers. Los famosos son los más codiciados, pero youtubers, blogueros, instagramers y tuiteros, desconocidos fuera de sus plataformas son el nuevo objeto de deseo de anunciantes y agencias. Algunas marcas de ropa juvenil, como Bradley Melville, han construido su fama principalmente a través de que las luzcan jóvenes atractivos en redes sociales. H