Un equipo internacional de investigadores ha desarrollado una prueba de sangre no invasiva que podría permitir la detección temprana de ocho tipos comunes de cáncer, según publica un artículo de la revista Science. La descripción de esta prueba, basada en un análisis combinado de ADN y proteínas, es el resultado del trabajo de un equipo liderado por Joshua Cohen, del Centro Ludwig de Investigación del Cáncer, en la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins (Baltimore, EEUU). El diagnóstico del cáncer antes de que se produzca metástasis es una de las claves para reducir las muertes por estas enfermedades en el futuro. Este nuevo método de diagnóstico está en principio diseñado para tratar de detectar el cáncer de ovario, hígado, estómago, páncreas, esófago, colorrectal, pulmón y mama.

En concreto, CancerSEEK, como se denomina a esta prueba, analiza mutaciones en 16 genes que están vinculadas a distintos tumores, así como 10 biomarcadores de proteínas circulantes en sangre. Los científicos estiman que el costo de este examen de sangre único podría ser inferior a los 500 dólares (408 euros), lo que supone una cuantía comparable o menor que algunas de las pruebas de revisión actuales, como la colonoscopia.