Alrededor de un centenar de activistas rompieron banderillas ayer en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona para denunciar el «infierno» que suponen las fiestas de San Fermín para los toros y para pedir «valentía, justicia, solidaridad y empatía» a los políticos. Los activistas accedieron a la plaza desde la cuesta de Santo Domingo, unos con camisetas en las que se leía: «Yo quiero un sanfermín sin sangre» y otros con el torso descubierto con lemas como: «Stop tauromaquia», en diferentes idiomas. Una vez en el centro de la plaza todos se despojaron de las camisetas, se pusieron unos cuernos y cogieron las banderillas. Tras gritar «tauromaquia abolición», esparcieron un polvo rojo, que simulaba ser sangre. Mientras, la directora de AnimaNaturalis, Aida Gascón, iba relatando los últimos minutos de vida del toro que consideró «llenos de sufrimiento y tortura».