Sus primeros 10 años de carrera los pasó frente a la cámara, y sin demasiado éxito. En 1998 debutó como director con la comedia negrísima 'Very bad things' y luego, gracias a títulos como 'La sombra del reino' (2007) y 'Hancock' (2008), se hizo un nombre como director de cine de acción. Peter Berg estrena ahora su tercera película basada en hechos reales, 'Día de patriotas', que reconstruye el atentado ocurrido en la maratón de Boston de 2013.

¿Por qué es necesaria una película sobre el atentado de Boston? Porque fue un momento crucial en la historia reciente de EEUU. Y porque si nos fijamos en cómo los bostonianos se apoyaron mutuamente, y cómo la policía y el FBI trabajaron de forma impecable para resolver el crimen, podemos extraer lecciones muy valiosas. Contar la verdad fue mucho más importante para mí que generar tensión dramática o encadenar el tipo de giros narrativos propios del cine de Hollywood.

Tráiler de 'Día de patriotas'. (2017)

¿Cuál fue el mayor reto a la hora de retratar a los terroristas? Me documenté mucho sobre los hermanos Tsarnaev. Es difícil no sentir interés en esos dos pedazos de mierda, porque eran tipos totalmente integrados. El tipo de gente con la que te cruzas en la cola del cine o en el metro. Pero que quede claro que no tengo ningún respeto por ellos, y mi objetivo fue retratarlos como unos psicópatas cobardes y narcisistas.

'Día de patriotas' es su tercera película basada en hechos reales. ¿Por qué? Quiero hacer películas que resistan el paso del tiempo. Quiero que la gente las vea en el futuro y diga: “Es una suerte que esta historia fuera contada”. Y me gusta documentarme y conocer a los hombres y mujeres que vivieron en sus carnes esos sucesos. Me gusta ganarme su confianza y lograr que se abran a mí, y que me concedan el honor de poner en mis manos su legado.

También es la tercera película que rueda con Mark Wahlberg. Y las tres son historias de hombres que trabajan en equipo y en circunstancias extremas. Me gustan las historias de gente que trabaja unida para cumplir una misión. Y me gusta el concepto de perseverancia. Tanto Mark como yo fuimos subestimados e incomprendidos al principio de nuestras carreras, y eso nos dio la determinación para corregir esa situación. Creo que compartimos la misma perseverancia. Y al conocernos nos dimos cuenta de que trabajábamos bien en equipo. Y nuestras películas hablan de ello.

En 'El único superviviente' (2013) rindió tributo a los soldados, y ahora ha hecho lo mismo a la policía. Es usted un defensor de las fuerzas del orden. Es cierto, aunque ni entonces ni ahora tuve intención de glorificarlas. Pero me parece obvio que la policía está compuesta por personas que se juegan la vida para ayudarnos sea cual sea nuestra raza, nuestra ideología o nuestra orientación sexual. Cuando rodé 'El único superviviente' mis amigos demócratas me acusaron de ser un fascista, y mis amigos republicanos me acusaron de ser el típico progre liberal. Hace tiempo que decidí ignorar lo que digan de mí.

Solo han pasado cuatro años desde el atentado de Boston. ¿No es un poco pronto para llevarlo al cine? No. Si hubiéramos esperado mucho más la historia habría perdido relevancia. Al fin y al cabo, ¿cuántos atentados más ha habido desde entonces? Así es nuestro mundo ahora. Y he hecho esta película para demostrar que los malos no vencerán, que la gente trabajará unida para derrotarles. Todo el mundo debe meterse eso en la cabeza.