Tony compró su billete de avión para volar de Tel Aviv a Amsterdam pero el avión se demoró en despegar unas seis horas debido a un problema técnico. Nada inusual en estas fechas de intenso ajetreo aéreo debido a las vacaciones de verano. Por ello, Tony va a demandar a la aerolínea KLM 400 euros como compensación. Lo que hace esta historia algo insólita es que Tony es un perro, concretamente el primero que denuncia a una compañía aerea, según informa 'De Teelegraf'.

La pasajera propietaria de este perro, que no ha querido hacer su público su nombre, denuncia que su mascota casi fallece debido al largo tiempo que estuvo expuesto al sol y las altas temperaturas en la bodega de la aeronave. Solo tras la petición expresa de su propietaria fue puesto a la sombra, según Victor Loonstein, de la empresa Claim4U Amsterdam, encargada del caso. La base de la denuncia es que, dado que el perro pagó un pasaje y que el retraso "casi le causa la muerte", según su propietaria, KML tiene el deber de indemnizarles.

Cuatro de cada 10 hogares españoles tiene una mascota

Por su parte, la compañía no ha querido hacer declaraciones, a la espera de la formalización de la denuncia. "Tomamos muy en serio todos los casos, incluso este", se ha limitado a afirmar un portavoz.