Dylann Roof, condenado por matar en junio de 2015 a nueve feligreses afroamericanos en una iglesia de Charleston durante una sesión de estudio de la Biblia, fue sentenciado ayer a la pena de muerte por un jurado federal. Roof, de 22 de años, no hado muestras de arrepentimiento y en su declaración final aseguró que «todavía siento que tenía que hacerlo». En un tribunal de Charleston, en el estado de Carolina del Sur, la decisión del jurado federal compuesto por 12 personas (nueve negros y tres blancos) fue unánime.

El jurado ya declaró culpable a Roof el pasado diciembre de los 33 cargos que pesaban en su contra, de los que 18 conllevan la pena de muerte, por el ataque cometido el 17 de junio de 2015 en la Iglesia Africana Metodista Episcopal de Charleston. Roof, quien optó por representarse a sí mismo, será formalmente sentenciado a la pena capital hoy por el juez instructor del caso, Richard Gergel. Durante el proceso judicial, el joven confesó los crímenes y reconoció que eligió atacar la iglesia de Charleston por ser una de las más antiguas congregaciones y una de las más firmes en la defensa de los derechos civiles de los afroamericanos.