El pico de contaminación atmosférica que se vive en el norte de Francia desde el fin de semana ha conducido este lunes a la imposición de restricciones de tráfico en muchas ciudades, incluido el estreno en París del sistema de etiquetas, que impide circular en la capital a los vehículos catalogados como más contaminantes.

Desde las 5.30 locales (4.30 GMT), se ha puesto en marcha en París y en la periferia (69 municipios) lo que se llama la 'circulación diferenciada', en lugar de la 'circulación alterna' (pares o impares, según el día del mes) que se aplicó en los anteriores picos de contaminación, en particular en diciembre.

Eso significa que están prohibidos los vehículos diésel matriculados antes del 2001, los coches de gasolina anteriores a 1997, las motos anteriores al 31 de mayo del 2000 y las furgonetas anteriores al 30 de septiembre de 1997, y la forma de identificarlos son las pegatinas obligatorias desde el pasado día 16.

Las seis etiquetas van de la verde (para coches eléctricos o de propulsión con hidrógeno) a la gris para los vehículos de la norma Euro 2, los concernidos hoy por la prohibición.

De acuerdo con Airparif, el organismo de medición de la contaminación en la región de París, durante el fin de semana se superó el umbral de alerta de micropartículas (fijado en 80 microgramos por metro cúbico de aire), al alcanzarse entre 90 y 110 y la previsión para este lunes es que la tasa sea de entre 70 y 90.

AUSENCIA DE VIENTO

La razón es la persistencia del anticiclón y la ausencia de viento, que impide el arrastre de esas micropartículas, un fenómeno que se extiende a otras regiones donde también se han decidido las mismas medidas de reducción de la velocidad máxima y de disminución del tráfico.

Así, en Lyón las autoridades activaron una combinación de la circulación alterna y de la diferenciada: no pueden utilizarse los coches con matrícula par, salvo los que estén dotados de las etiquetas de las tres categorías menos contaminantes.

En Bretaña, en Burdeos, en Estrasburgo, en los departamentos de Nord y Pas de Calais limítrofes con Bélgica, así como en otras áreas del norte y del este de Francia, la velocidad máxima se había reducido en 20 kilómetros por hora, y en particular en las zonas urbanas.

Un total de 27 departamentos habían instituido también otros dispositivos, como la imposibilidad de utilizar ciertas calefacciones como las de leña, a las que se atribuye una parte significativa de las emisiones de micropartículas.

El pico de contaminación, a la vista de las previsiones meteorológicas,podría prolongarse en los próximos días.