El papa Francisco recibió ayer en el Vaticano a la canciller alemana, Angela Merkel, y coincidieron en la necesidad de defender un mundo multilateral, sin muros, y en proteger el medioambiente e impulsar el desarrollo de África. La propia mandataria explicó que durante su reunión con el pontífice mantuvieron «sintonías» en la idea de un mundo multilateral, «sin muros», que respete los acuerdos internacionales y que proteja el Medioambiente, tema cardinal, este, en el ministerio de Francisco.

También se abordó la reciente decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de abandonar el Acuerdo del Clima de París, «una lástima» en palabras de la canciller, quien aseveró que el papa está «muy de acuerdo» sobre estas cuestiones.En la reunión se destacó la necesidad de favorecer el desarrollo en el continente africano, habida cuenta de su proximidad a Europa, y también se habló de la cumbre del G20, que tendrá lugar entre el 7 y el 8 de julio en la ciudad alemana de Hamburgo.

Como de costumbre, la Santa Sede describió como «cordial» la reunión, en la que se «ha convenido en la necesidad de prestar especial atención a la responsabilidad de la comunidad internacional en la lucha contra la pobreza y el hambre, la amenaza global del terrorismo y el cambio climático». Merkel, vestida con un traje de chaqueta negro, llegó al Vaticano junto a su marido, Joachim Sauer, para ver al papa por sexta vez, aunque las reuniones privadas han sido cuatro. Fueron recibidos por el prefecto de la Casa Pontificia, el también alemán Georg Gänswein, quien les acompañó hasta la biblioteca del Palacio Apostólico, donde les esperaba el pontífice.

La canciller recorrió los impresionantes pasillos del Palacio rodeada por un séquito de gentilhombres y por la Guardia Suiza, admirando los ricos frescos de las bóvedas vaticanas y conversando con Gänswein. Al llegar ante el papa intercambiaron algunas palabras en alemán, aunque después recurrieron a dos intérpretes para su reunión, y se les pudo ver visiblemente sonrientes e incluso charlando de un modo animado, entre risas.

En el encuentro el pontífice hizo un «recuerdo especial» del excanciller alemán Helmut Kohl, quien gobernó Alemania entre 1982 y 1998 y que falleció el viernes a los 87 años. Francisco entregó a la mandataria un telegrama en el que define a Kohl, patriarca de la Unión Cristianodemócrata de Merkel, como «gran hombre de Estado y europeo convencido que trabajó con altura y dedicación por el bien de los alemanes y de los países europeos».