El papa Francisco criticó ayer que se paguen los salarios en negro o se ofrezcan 600 euros al mes por 11 horas de trabajo, sólo porque siempre habrá alguien que aceptará debido a la necesidad, en un discurso dirigido a cooperativas italianas.

"Hay quien ofrece 11 horas de trabajo al día por 600 euros al mes. Y si no te gusta, pues te dicen que te vayas a casa. El hambre hace que se acepten también trabajos en negro, como todo el personal doméstico", aseguró la máxima autoridad eclesiástica.

En su discurso, Francisco valoró el trabajo de las cooperativas y les pidió que encuentren "formas e instrumentos para combatir esta cultura del descarte, cultivada por los poderes que manejan las políticas económicas-financieras del mundo globalizado".

El papa propuso "un cierto liberalismo que cree que sea necesario primero producir riqueza, no importa cómo, para promover alguna política redistributiva por parte del Estado".

También invitó a que "el movimiento cooperativo debe ejercitar un rol importante para apoyar, facilitar y dar ánimo a las familias". Francisco pidió más colaboración entre cooperativas bancarias y empresas, y así "organizar los recursos para vivir con dignidad y serenidad".