La plaza de San Pedro se ha llenado este domingo de globos en lugar de las tradicionales palomas de la paz. El papa Francisco ha cambiado las segundas por los primeros como símbolo de paz después de que hace un año, cuando el Pontífice soltó a las simbólicas aves, una de ellas fue atacada por una gaviota y la otra, por un cuervo. El incidente provocó, además, las protestas de grupos de protección de los animales.

Cada último domingo de enero --mes que la Iglesia católica dedica tradicionalmente a la paz--, el Papa reúne a un grupo de niños en el balcón de su estudio con vistas a la plaza para dejar ir un par de palomas. Pero el año pasado, el inocente gesto se convirtió en un desastre para el Vaticano. Cuando el papa Francisco y los niños dejaron ir a las dos palomas, una fue atacada por una gaviota y la otra, por un cuervo.

Grupos animalistas pidieron entonces al Vaticano que acabara con esa práctica, instaurada por el papa Juan Pablo II. Bergoglio --que eligió su nombre papel en honor a Francisco de Asís, santo célebre por su amor a los animales y, en especial, a los pájaros, ha atendido su reclamación. "Aquí están los globos que simbolizan la paz", ha dicho cuando los niños dejaron volar los globos.