Los padres de Gabriel Cruz, el niño de 8 años desaparecido en Níjar (Almería), han afirmado este sábado que el hombre condenado por acosar a la madre y detenido por incumplir una orden de alejamiento no tiene ninguna relación con la desaparición de su hijo.

Ángel Cruz y Patricia Ramírez han negado que el detenido, que ha ingresado en prisión, esté vinculado con la desaparición del niño a pesar de los reiterados quebrantamientos de las medidas de alejamiento que le han sido impuestas por acosar a la mujer.

"La situación del señor que está en la cárcel es por un asunto de acoso hacia mi persona, en el que llevaba bastante tiempo, casi dos años, en el que yo me he sentido muy acosada, con miedo", ha dicho Patricia Ramírez, en una comparecencia ante los medios de comunicación.

"No ha sido una pareja mía, es una persona que se enamoró, sus capacidades están, podríamos decir mermadas, pero no tiene nada que ver con nuestro hijo. Y el hecho de que esté en la cárcel no tiene nada que ver tampoco con la búsqueda de nuestro hijo", ha insistido la mujer, visiblemente consternada. "Por eso, esa vía queda completamente descartada (...) es importante que lo sepan para que no sigamos tirando por ahí", ha reiterado.

QUE LO DEJEN EN UN SITIO PÚBLICO

Ramírez también ha reclamado como madre y "sin rencor" que quien tenga a Gabriel "intente en un sitio público, en una zona donde lo pueda dejar" hacer que aparezca el niño, al que ha calificado como "muy especial".

Ángel Cruz ha subrayado que el niño "es muy pequeño y necesita a su madre y a su padre también" y ha agradecido su trabajo a los voluntarios y a los miembros de fuerzas y cuerpos de seguridad y de emergencias, con los que la familia está "en contacto permanente y que permiten mantener la esperanza de recuperar a Gabriel pronto".

El portavoz de la familia, Santiago Burillo, ha añadido que ha sido la Guardia Civil la que ha confirmado que el acosador "no está vinculado en ningún caso a la desaparición de Gabriel", aunque ha afirmado que su ingreso en prisión "supone una liberación para Patricia ya que llevaba dos años realmente duros con esta situación".

Un agente de la Guardia Civil ante la vivienda de la familia del pequeño Gabriel, en Las Hortichuelas. / CARLOS BARBA (EFE)

"Es muy importante porque permite eliminar el foco y centrarse en otras vías de investigación a los profesionales", ha destacado.

También ha reclamado que se liberen los teléfonos de llamadas con "indicios que no sean concluyentes" y ha instado a canalizar estas llamadas a través de la Guardia Civil porque "serán tratadas con rigor, no serán desechadas en ningún caso".

Ha dicho que el radio de búsqueda cada vez se "amplía más y es posible que busquen en algunas zonas concretas por alguna información que todavía no ha llegado a la familia". Burillo ha querido "saldar rumores" que podrían implicara al padre en la desaparición del niño porque "es totalmente falso, en ningún momento se ha sospechado de él porque la relación que mantienen los padres es maravillosa".

EL ACOSADOR, EN PRISIÓN

El detenido por quebrantar la orden de alejamiento, D.M.F.A., de 42 años, fue condenado a seis meses de prisión con la atenuante de trastorno mental, por quebranto de una medida cautelar ya que, en noviembre del 2016, le había sido impuesta una medida de alejamiento de 200 metros por parte del juzgado de instrucción 6 de Almería, que tiene vigencia hasta noviembre del 2019.

La sentencia del juzgado de lo Penal 1, contra la que cabe recurso de apelación, recoge que D.M.F.A. se personó en la mañana del 11 de abril del 2017 en una en las inmediaciones del Pabellón Moisés Ruiz de la capital almeriense. Lo hizo, según remarca el magistrado, "siendo conocedor de que" Patricia Ramírez acudía "habitualmente al mismo por motivos laborales". A continuación, sobre las 15.45 horas, se personó en una cafetería situada a unos 50 metros del referido pabellón "incumpliendo con ello lo dispuesto en dicha resolución judicial".

El fallo, de 14 de febrero, indica, asimismo, que D.M.F.A. presenta una alteración afectiva base que le determina "una percepción alterada de la realidad, que supone una incapacidad para comprender la naturaleza e ilicitud de los hechos enjuiciados".

Este procedimiento penal contra D.M.F.A. deriva de una sentencia de 7 de noviembre del 2016 del Juzgado de Instrucción 6 de Almería que le condenó, con su conformidad, a tres meses de prisión como autor de un delito de acoso y a la medida de alejamiento que ha roto en, al menos, dos ocasiones. La magistrada señaló que el ahora detenido se había "obsesionado" con la madre del pequeño Gabriel y que, de modo "insistente y reiterado", había buscado "su cercanía física e intentado contactar con ella, quien sintió su ánimo seriamente perturbado y temor a salir a la calle por no encontrarse con él".