Manuel, el padre que decidió el pasado jueves denunciar los abusos sexuales en el colegio de los Maristas Sants-Les Corts de Barcelona, ha explicado emocionado este sábado cómo fue el primer encuentro con su hijo tras destaparse los hechos.

"Cuándo llegué a casa creí que mi hijo se iba a enfadar. Él estaba leyendo en el móvil los mensajes, se levantó, me dio un abrazo y me dijo que estaba orguloso de mi", relata. Su hijo tiene 21 años.

Manuel, que prefiere no desvelar su apellido, sigue recibiendo por correo electrónico denuncias de más víctimas de Joaquín Benítez, el pederasta confeso de los Maristas. "Este señor ha abusado de gente de fuera del colegio aprovechando que eramonitor de 'shoot-ball' [el popular juego infantil de matar, al que Benítez quiso dar rango de deporte]. Estuvo entrenando equipos en Cornellà, Viladecans y otras ciudades, tal vez como excusa para acceder a los menores", relata. "Además, después del 2011 [cuando dejó la escuela] estuvo haciendo de monitor de colonias infantiles, y al menos en una ocasión fue expulsado", añade.

El padre insiste en pedir a las familias de los niños víctimas de abusos que les apoyen y denuncien las agresiones: "Ellos son víctimas silenciosas, y ahora es el momento de que esos casos salgan a la luz".

Con respecto al pederasta, Manuel es rotundo: "Me daré por satisfecho cuando este señor no salga de aquí. Él puede arrepentirse, pero yo no pienso perdonar".

INVESTIGAR EL PAPEL DEL COLEGIO

El denunciante también ha anunciando que pretende solicitar que se investigue la actitud del colegio Maristas Sants-Les Corts en este caso. "Lo que tendría que haber hecho la escuela es ponerse denuestro lado, y no lo ha hecho. El centro no se ha puesto en contacto conmigo, y Ensenyament tampoco", remacha.