El gasto sanitario per cápita en España sigue estando en términos reales por debajo de la media de la Unión Europea y además los pacientes españoles se ven obligados a pagar de su bolsillo más que antes: el 24% del gasto sanitario total, muy por encima del 15% de media de la UE. Un porcentaje que ha crecido en parte debido al copago implantado en el 2012 para centenares de medicamentos y al hecho de que el gasto odontológico y el óptico no están cubiertos por la sanidad pública.

«Tras la crisis económica se aplicaron una serie de medidas urgentes para reducir el gasto público en sanidad» que han reducido «el alcance, la amplitud y la profundidad de la cobertura pública» y que han hecho «recaer algunos de los costes de la atención sanitaria y los medicamentos en los hogares», señala el informe Estado de Salud en la UE 2017 elaborado por la OCDE y la Comisión Europea y que ofrece una radiografía sobre los 28 estados miembros.

En el 2015, el gasto sanitario en España fue de 2.374 euros por persona, por debajo de los 2.797 de media en los 28. El 9,2% del PIB frente al 9,8% de la UE. Además, en torno al 71% se financia públicamente, ocho puntos por debajo de la media europea donde se sitúa en el 79%. El análisis no incluye ninguna clasificación por países y el comisario de salud, Vytenis Andriukaitis, eludió ayer mojarse: «No puedo decir que haya un sistema mejor que otro. Todos tienen fortalezas y debilidades».

Entre las mayores debilidades: las largas listas de espera en algunos servicios. En los años previos a la crisis, las autoridades recortaron los tiempos medios de espera para cirugías no urgentes (operaciones de cataratas o cadera) pero entre el 2010 y el 2016 se han vuelto a disparar y se sitúan por encima de los de países como Portugal o Italia.

La realidad, no obstante, varía por comunidades autónomas. Por ejemplo, en Canarias, Cataluña y Castilla-La Mancha se ven obligados a esperar más de 160 días de media para ser intervenidos quirúrgicamente, mientras que las esperas en el País Vasco y La Rioja oscilan entre 33 y 54 días, y entre 55 y 77 días en Madrid o Galicia. Según el informe, «existen pruebas sustanciales» de un «uso excesivo» de intervenciones. «Las tasas de artroplastia de rodilla varían en más de cinco veces entre las distintas regiones» y hay diferencias en el número de intervenciones cardíacas y de cesáreas. España ha reducido en los últimos años sus tasas de tabaquismo, que han pasado del 32% en 2000 al 23% en 2014; sin embargo son cifras que continúan por encima de la media de la UE, al igual que las de obesidad y sobrepeso.