Un aspecto que también pretende impulsar Educación es el apoyo a los profesores, que tendrán menos alumnos por clase y cuyas bajas serán cubiertas con mayor celeridad que los 10 días que concede la actual normativa. La ministra Celaá aspira a que las escuelas empiecen a enseñar de otra manera menos rígida y menos memorística. «Hay que revisar el actual sistema, rígido y poco flexible. Tenemos que motivar a los alumnos [una generación de nativos digitales] para que aprendan a aprender».

Celaá calificó de «estratégica en el modelo productivo y educativo» la Formación Profesional (FP), a la que pretende darle máxima importancia durante su gestión al frente del ministerio. Por último, anunció su intención de luchar contra el abandono escolar, especialmente ahora que el repunte de la economía puede atraer antes de tiempo a muchos jóvenes al mercado laboral no cualificado. La ministra anunció también la desaparición de las reválidas contempladas en la norma del PP, que serán sustituidas por otras evaluaciones de diagnóstico en 4º de Primaria y 2º de la ESO.