Las condiciones extremas meteorológicas no cesarán en el 2017 dado que, al menos tres veces en este invierno boreal, en el Ártico se ha observado el equivalente polar de una ola de calor, y la presencia de intensas tormentas del Atlántico ha impulsado la entrada de aire cálido y húmedo. Así lo ha advertido la la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la agencia especializada de la ONU.

Y lo ha anunciado después de examinar los datos del 2016, cuando se batieron todos los récords al alcanzarse una temperatura máxima mundial sin precedentes, un nivel excepcionalmente bajo de los hielos marinos y un aumento ininterrumpido del nivel del mar y del calor oceánico.

Dos días antes de que se celebre el Día Meteorológico Mundial, la OMM la publicado declaración anual sobre el estado del clima en el mundo en la que delinea cómo el 2016 batió todos los récords. Fue el más cálido del que se tenga constancia: registró una temperatura 1,1 grados Celsius por encima de los niveles preindustriales, lo que representa un aumento de 0,06 gtados por encima del récord anterior registrado en el 2015.

Las temperaturas medias mundiales de la superficie del mar en el 2016 también fueron las más elevadas de las que se tenga constancia, exacerbadas por el fenómeno meteorológico de El Niño. Afectó en el tercer y cuarto trimestre del 2015 y se prolongó durante el primero del 2016.

La Niña y El Niño son el resultado de las fases opuestas de interacción entre la atmósfera y el Pacífico (incremento o bajada de la temperatura del agua) y tienen efectos opuestos en el clima de diferentes lugares del mundo.

Mientras que El Niño se produce cuando hay un incremento de las temperaturas, ‘La Niña’ contribuye a un descenso de dichas temperaturas.