El arzobispo de Barcelona Juan José Omella ha confesado que el anuncio del Papa de que el 28 de junio le nombrará cardenal le cogió por sorpresa porque ni se lo habían anunciado ni se lo esperaba y ha dicho que la renovación de la Iglesia en Españano sólo está en manos de los nuevos cardenales sino de una obra sinodal.

El arzobispo de Barcelona, que ha agradecido la confianza depositada en él por el Papa Francisco, ha comparecido este lunes en rueda de prensa para responder a las preguntas de los periodistas después de que el Papa anunciase ayer que entrará en el colegio cardenaliciocon potestad para participar en el cónclave papal por tenermenos de 80 años.

El nuevo cardenal, que ha reconocido que su nombramiento "estrecha aún más los vínculos entre Barcelona y el Vaticano", no ha querido hacer ninguna lectura política de su nombramiento: "nosotros solo hacemos lecturas de fe".

Preguntado sobre si el papa Francisco ha encargado al cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro -ascendido a cardenal el pasado noviembre-, y a él mismo la renovación de la Iglesia española ha afirmado que "es cierto que el Papa ha confiado en nosotros, pero no somos los únicos que tenemos que trabajar, se tiene que hacer en comunión, no es cosa de una sola persona, nosotros podemos poner gasolina al motor, pero se tiene que hacer de forma sinodal".

Omella ha afirmado que ser cardenal "es una gran responsabilidad para trabajar al lado del Santo Padre", pero que continuará su labor en la archidiócesis de Barcelona.

En este sentido, ha anunciado que hará una reestructuración de la archidiócesis barcelonesa, a la espera de que el Papa le nombre dos nuevos obispos auxiliares, y que para ello ha hecho una consulta interna entre sacerdotes y diáconos para que hagan propuestas.

ESGLÉSIA PLURAL, SATISFECHA

Por otra parte, Església Plural ve el nombramiento de Omella como una respuesta del Papa a la mayoría conservadora del episcopado español. El colectivo cree que el nombramiento responde a la voluntad del Papa "de no ceder al bloqueo que impone la mayoría conservadora de el episcopado español configurado durante años a gusto del cardenal Rouco".

El colectivo, a través de un comunicado, denuncia "resistencias" de la Conferencia Episcopal contra las reformas impulsadas por el Pontífice y señala que por este motivo el Papa no visitará España "mientras no haya un cambio de orientación".