La La Cruz Roja presentó ayer un nuevo sistema de teleasistencia basado en instalar sensores con inteligencia artificial en las viviendas de los ancianos que viven solos capaces de controlar sus constantes vitales y avisar si se produce algún cambio repentino en sus hábitos. El proyecto, que se denomina Cuí»date +», ya fue ensayado con éxito en 200 hogares de Galicia y la Cruz Roja ha empezado ya a extenderlo a toda España. El proyecto, presentado en Barcelona con motivo de la celebración del Congreso Mundial de Móviles, pretende, según la Cruz Roja, fomentar el autocuidado de la salud de las personas, así como prevenir enfermedades y promover hábitos saludables. El director de Servicios Tecnológicos Digitales de Cruz Roja, Carlos Capataz, informó de que con este nuevo proyecto se pretende «garantizar la seguridad, el cuidado, la tranquilidad y la compañía de las personas, así como la de sus familiares». Este nuevo proyecto está formado por distintos dispositivos tales como detectores de presencia distribuidos por las distintas habitaciones de la vivienda, una báscula, un tensiómetro y un aparato receptor de datos con voz.

«Tiene el objetivo de prevenir enfermedades, vigilar las dolencias cotidianas o controlar las enfermedades crónicas mediante el seguimiento de las constantes vitales que se trasladan al aparato de forma automática, explicó.

El proyecto va dirigido a «todas aquellas personas que quieren cuidar de su salud, incrementando su seguridad» como, por ejemplo, «la gente mayor, los enfermos crónicos, las mujeres embarazadas, las personas convalecientes por operaciones recientes, personas con discapacidad funcional o personas que viven solas». Este nuevo sistema podría eliminar el modelo antiguo -el medallón de teleasistencia por control remoto-, ya que «tenía que ocurrir algo para pulsar el botón» y «creemos que está tecnológicamente desfasado», señaló Capataz.

Capataz explicó alguna de sus funciones, que van desde detectar la pérdida o el aumento de peso del usuario, recordar que se tomen la medicación, lanzar una alarma a la Cruz Roja o a los familiares si durante un determinado tiempo no ha vuelto a la cama, o incluso saber si la persona no ha regresado al hogar.

«Podríamos evitar que las personas mayores que viven solas pasaran la noche en el suelo si se han caído y se han fracturado la cadera cuando han ido al baño», puso como ejemplo muy visual el director. «Son ellos quienes deciden los datos que el aparato puede recibir y los que no», subrayó.