La NASA sopesa que el vuelo inaugural del supercohete ‘SLS’ y la cápsula ‘Orion’ sea tripulado y alcance la órbita lunar, como estaba previsto en la planificación inicial con maniquíes, pero en el 2019.

La denominada Misión de Exploración 1 (EM-1 por sus siglas en inglés), sin tripulación, había sido fijada para noviembre de 2018. Pero el administrador interino de la NASA, Robert Lightfoot, pidió el 15 de febrero estudiar que dicha misión fuera con astronautas a bordo. La agencia espera dar una respuesta en el plazo de un mes.

La evaluación revisará la factibilidad técnica, los riesgos, los beneficios, el trabajo adicional requerido, los recursos necesarios y los impactos relacionados con el cronograma para agregar la tripulación a la primera misión.

«Nuestra prioridad es asegurar la ejecución segura y efectiva de todas nuestras misiones de exploración planificadas con la nave espacial ‘Orion’ y el cohete ‘Space Launch System’», ha dicho William Gerstenmaier, administrador asociado para el directorio de Exploración Humana espacial. «Esta es una evaluación y no una decisión, ya que la misión principal de EM-1 sigue siendo una prueba de vuelo sin tripulación».

La agencia está evaluando las ventajas y desventajas de este concepto con respecto a los objetivos a corto y largo plazo de lograr capacidades de exploración espacial profunda para Estados Unidos. Asumirá el lanzamiento de dos miembros de la tripulación a mediados del 2019, y considerará los ajustes al actual perfil de la misión EM-1, explica la NASA en un comunicado.

Durante la primera misión de SLS y Orion, la NASA planea enviar la nave espacial a una distante órbita lunar retrógrada, lo que requerirá maniobras adicionales de propulsión y un sobrevuelo de la Luna.