Una mujer de 34 años ha ahorcado a su hija de 18 meses y se ha quitado la vida de la misma forma en una finca rústica del municipio mallorquín de Llucmajor después de mantener una discusión con su marido y abandonar la vivienda familiar, situada en las proximidades.

Según ha informado la Guardia Civil, los investigadores que se han hecho cargo del caso descartan la intervención de una tercera persona en la muerte de la madre y la bebé, que fueron encontradas a primera hora de la mañana por el padre de la niña en una cuadra de la propiedad rural Can Granada. El martes por la noche, el hombre y su esposa, de nacionalidad española, tuvieron una discusión en la vivienda en la que residían y la mujer abandonó la casa junto con su hija.

Cuando comprobó que su pareja no regresaba con la niña, el padre se puso en contacto con familiares y amigos para tratar de localizarla y las buscó por el entorno del domicilio. No fue hasta la mañana de ayer cuando el hombre halló los cuerpos sin vida de la mujer y la niña ahorcados en una edificación abandonada en el terreno rural próximo a su casa. Los investigadores de la Guardia Civil que se han hecho cargo del caso consideran que la muerte de la madre y su bebé se produjo en la noche del martes, aunque el dato está pendiente de confirmación en la autopsia que se practicará en el Instituto Anatómico Forense de Palma, donde han sido trasladados los cuerpos. El Tribunal Superior de Justicia de Baleares ha confirmado que en los juzgados de violencia de género de Palma no consta ninguna denuncia por maltrato entre la pareja. Los agentes que han recogido información sobre el caso no han advertido ningún indicio de que en la discusión entre la mujer y su marido él actuara de forma violenta.

EL CRIMEN DE LA PEREGRINA / Por otro lado, el jurado popular declaró ayer a Miguel Ángel Muñoz Blas culpable del asesinato de la peregrina estadounidense Denise Pikka Thiem, cometido en Astorga en abril de 2015, así como de otro delito de robo con violencia, por los que la Fiscalía pide una pena de 25 años de prisión.