Sonia Rosado se convirtió ayer en la primera persona con discapacidad que sube a la Laguna Grande de Gredos, situada en pleno circo del macizo montañoso abulense, en una silla adaptada joëlette, dentro de un «reto solidario» organizado por la Asociación Pronisa Plena Inclusión.

La iniciativa, impulsada por este colectivo coincidiendo con la efeméride de su medio siglo de vida, ha sido puesta en marcha en colaboración con el Club de Montaña Nosolocuerda, que ha colaborado con tres de las cinco personas que han participado en la ascensión.

Aunque inicialmente estaba prevista para el sábado, las adversas condiciones meteorológicas hicieron que los organizadores decidieran aplazar al domingo esta caminata que se ha prolongado en torno a seis horas: tres y cuarto de subida y algo menos de tres de bajada.

Según ha explicado a Efe la responsable de Comunicación de Pronisa, Lorena García, los organizadores se muestran muy satisfechos con esta idea, ya que «una persona con discapacidad ha conseguido subir a un lugar» en principio «inaccesible» para ella.

Para ello, Sonia Rosado ha sido transportada en una joëlette por tres miembros del club de montaña y otras dos de Pronisa, que se han ido turnando en durante el recorrido, aunque en ocasiones han tenido que colaborar las cinco en los tramos de mayor dureza o complicación como las rampas o los escalones.