La oenegé WWF denunció ayer, tras la muerte de otro lince en Doñana este fin de semana, que en solo siete meses se ha alcanzado el récord de mortalidad de linces por atropellos, que estaba en catorce muertes en un año registrado en el 2013. "Alcanzamos esta cifra negativa en apenas siete meses. La última muerte ha ocurrido en una carretera de Doñana competencia de la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía", explica la organización conservacionista en una nota de prensa. El mal estado de los vallados de esta carretera ya había sido denunciado en varias ocasiones por técnicos, entidades locales y por WWF. Para la organización ecologista, es inadmisible la desidia de la Consejería en este asunto y exige una solución urgente.

Según WWF, de seguir esta media de dos atropellos, se puede llegar a los 24 atropellos este año, una cifra que pone en riesgo los esfuerzos de conservación de la especie. En este caso, el suceso ocurrió en una carretera autonómica (la A 481 que une las localidades de Hinojos, Huelva, y Villamanrique de la Condesa, Sevilla) donde en los dos últimos años ya se habían producido otras dos muertes. WWF ya había alertado sobre la peligrosidad de esta vía debido a la presencia de una hembra que la atravesaba reiteradamente y al mal estado de conservación de los vallados que deben conducir los linces hacia los pasos seguros ya existentes.

Por su parte, la organización Ecologistas en Acción alertó ayer de que entre el 50 y el 60 por ciento de los linces que mueren atropellados en el entorno de Doñana, lo hacen en carreteras que están identificadas por los grupos conservacionistas y la propia administración como "puntos negros".

Así lo ha indicado el portavoz de Ecologistas en el Consejo de Participación de Doñana, que reclamó una convocatoria "urgente" de los responsables del Life, con la participación del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, las consejerías del ramo y el Gobierno portugués y de todos los interesamos en materia de conservación. "La situación es de emergencia", dijo y es "necesario consensuar y actuar en todas carreteras de Doñana e insistir y pedir que donde hay señales de prohibición de rebasar la velocidad --en esos puntos negros las hay-- se articulen controles de velocidad".