Koko, la única gorila que aprendió a comunicarse a través del lenguaje de signos, murió el martes pasado a los 46 años en su refugio protegido en las montañas de Santa Cruz, California. Así lo ha informado la Gorilla Foundation, una ONG estadounidense dedicada al cuidado de las especies y sus hábitats.

La gorila nació en el Zoo de San Francisco en 1971 y le pusieron el nombre de Hanabi-Ko, fuegos artificiales en japonés, aunque todo el mundo la conocía como Koko. Desde corta edad, impresionó por su capacidad para aprender el lenguaje de señas y comunicarse con los humanos a través de él. Dentro de un proyecto científico de la Universidad de Stanford, la investigadora Francine "Penny" Patterson junto con la experta June Monroe trabajaron con Koko, que rápidamente aprendió el lenguaje de signos y se pudo comunicar con ellas.

Numerosos documentales

Koko también reaccionó con sensibilidad a distintos momentos en la vida, como cuando mostró una gran tristeza por la muerte de All Ball, un gato que había escogido como regalo de cumpleños. En una conversación con Patterson la gorila expresó su tristeza y comunicó las palabras "gato", "llanto" y "tengo pesar".

Esta habilidad hizo que Koko apareciera en numerosos documentales, incluidos dos de la revista 'National Geographic'. El primero en 1978 con una imagen que se había sacado ella misma apuntando la cámara a un espejo y el segundo siete años después, en portada con All Ball.

También se reunió con celebridades como el actor Robin Williams y Flea, el bajista de Red Hot Chili Peppers.

Actos en su memoria

"Koko llegó a millones de personas como embajadora de todos los gorilas y un icono de comunicación y empatía entre especies. Ella fue amada y será profundamente extrañada", declaró en el comunicado la Gorilla Foundation. "Su impacto ha sido profundo y lo que ella nos enseñó acerca de la capacidad emocional de los gorilas y sus habilidades cognitivas continuará cambiando el mundo", agregó la fundación.

La compañía también ha anunciado que honrará la memoria de Koko con proyectos que incluyen un santuario para gorilas en Hawai, la conservación de la vida salvaje en África o el desarrollo de una aplicación para teléfonos sobre el lenguaje de señas.