(Actualización)

Un policía nacional de 51 años, subinspector del grupo de Homicidios y al que el perfil del cuerpo en las redes sociales identificó como Blas, ha sido asesinado a puñaladas este martes cuando se disponía a detener a un sospechoso relacionado con la muerte de un hombre cuyo cuerpo descuartizado apareció esta madrugada en València. El agresor del policía ha sido abatido por su compañero de patrulla y ha muerto en el acto. Todo ha ocurrido en el céntrico barrio de Russafa.

Esta pasada noche, apareció una maleta sospechosa medio abierta entre dos contenedores. Al parecer, un vecino habría alertado telefónicamente de su presencia. Una patrulla de la policía se acercó para examinarla y encontraron dentro parte del cuerpo de un hombre, envuelto entre algunas prendas de ropa y algunos plásticos. Inmediatamente se avisó al juzgado de guardia y se comenzó a buscar las partes del cadáver que faltaban, tanto en los propios contenedores como en alcantarillas, basuras y otros lugares cercanos. Efectivos de Homicidios y de la Científica se hicieron cargo de la investigación para tratar de identificar al fallecido, pues no hallaron ningún documento que les ayudara, y encontrar al presunto asesino.

Las pesquisas realizadas durante la mañana dieron resultado y una patrulla del grupo de homicidios, vestidos de paisano, se presentó a mediodía en un domicilio de la calle Sueca, apenas a unas decenas de metros de donde había aparecido la maleta, para realizar una detención.

Según explicaron fuentes policiales a Efe, cuando entraban en el portal se cruzaron con un hombre al que pidieron que se identificara y que “sin mediar palabra” sacó un cuchillo y se lo clavó varias veces a uno de los agentes, Una de las puñaladas fue cerca del corazón y habria sido la que le provocó la muerte. Su compañero sacó su arma y disparó al agresor que murió en el acto. Los servicios de emergencia acudieron casi de inmediato pero no pudieron salvar al agente.

En un primer momento, los policías pidieron a los vecinos que permanecieran en sus casas para asegurarse de que no había peligro. Tras confirmarlo, se acordonó el portal y se procedió a examinar la casa del agresor para buscar posibles pistas. Un par de horas después se procedió al levantamiento de los cadáveres y los policías presentes hicieron un improvisado pasillo mientras los funcionarios judiciales retiraban el de su compañero. Aún no han trascendido las líneas de investigación que se están siguiendo, aunque parece que se descarta cualquier relación con el terrorismo yihadista.