Bebés tigres han sido hallados en un parque natural del este de Tailandia, un "milagro" para esta subespecie diezmada por la deforestación y la caza furtiva, según han informado grupos de defensa de los animales.

Tailandia, considerado uno de los mayores focos de tráfico de animales salvajes de Asia, es uno de los 13 países en los que todavía viven tigres en estado salvaje, pero su número ha caído enormemente en estos últimos años. La última vez que se encontró una familia de tigres indochinos fue hace 15 años.

La deforestación, el crecimiento de las ciudades y la caza furtiva explican el descenso del número de tigres en Asia.

"El aumento extraordinario de los tigres del este de Tailandia es un milagro", explicó John Goodrich, director del programa dedicado al tigre en Panthera, un grupo de preservación de estos animales salvajes. Según la organización, Tailandia es el único país del mundo con nuevas familias de tigres indochinos.

EN PLENA JUNGLA

En las imágenes tomadas en plena jungla en el 2016 se puede ver una docena de tigres, hembras y sus retoños.

"Dado que el comercio ilegal de los tigres continúa, necesitarán protección", declaró Kraisak Choonhavan, presidente del consejo de administración de Freeland, una oenegé ecologista. "Es crucial seguir con los grandes progresos realizados por el gobierno tailandés para reforzar la protección de los tigres", agregó.

Los tigres indochinos, en general más pequeños que los de Bengala y de Siberia, estaban presentes en otros tiempos en gran parte de Asia. Pero en la actualidad se considera que solo quedan en Tailandia y Birmania unos 200.

En el 2010, los 13 países con tigres en su fauna, Bangladés, Bután, China, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Birmania, Nepal, Rusia, Tailandia y Vietnam, lanzaron un programa para duplicar su número hasta el 2022.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) y el Global Tiger Forum censaron en el 2016 unos 3.890 tigres en todo el mundo, frente a los 3.200 de 2010, cuando se alcanzó un mínimo histórico. Se trata del primer aumento desde 1990, cuando se censaron 100.000 tigres.

Algunas partes del tigre -como los dientes o la carne- son objeto de tráfico en Asia, donde se utilizan como talismanes o para fabricar medicamentos para la medicina tradicional china.