Más de una veintena de países, entre los que se encuentran Reino Unido, Francia, Italia, México, Dinamarca o Austria, han sellado una alianza global por la que se comprometen a eliminar el carbón de la generación energética antes de 2030. La quema de carbón es una de la principales fuentes de dióxido de carbono (CO2) de origen antrópico.

La medida, impulsada por la ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá, Catherine McKenna, y la ministra de Cambio Climático e Industria del Reino Unido, Claire Perry, se ha presentado en un acto celebrado en la cumbre del clima de Bonn (COP23). Entre los firmantes no figuran ni Alemania, que es la anfitriona de la conferencia, ni los tres primeros emisores mundiales de CO2 y consumidores de carbón (China, India y EEUU). Tampoco están España ni Polonia.

En cambio, también la han suscrito Angola, Costa Rica, Fiyi, Luxemburgo, Islas Marshall, Bélgica, Países Bajos, Nueva Zelanda, Portugal, Finlandia y Suiza. El objetivo es llegar a la próxima cumbre del clima de Katowice (Polonia) con al menos 50 países en la plataforma.

McKenna ha recordado que, aunque el carbón genera el 40% de la electricidad en el mundo, también es una fuente primordial de CO2, además de estar detrás de diversas enfermedades.

En el grupo figuran también el Estado americano de Washington, en contra así de la línea marcada por el presidente estadounidense, Donald Trump, en favor de impulsar de las energías fósiles, así como las provincias canadienses de Ontario, Columbia británica o Quebec.

Fundamental contra el cambio climático

La declaración firmada por los miembros de la alianza contra el carbón destaca que la eliminación del carbón de la generación eléctrica "es uno de los pasos más importantes" que los gobiernos pueden dar para hacer frente al cambio climático y para cumplir con los compromisos de contener el incremento de la temperatura mundial a menos de dos grados centígrados con respecto a los valores preindustriales.

Asimismo, los firmantes subrayan que los costes de generar electricidad a partir de fuentes renovables (eólica y solar) se "han desplomado", por lo que consideran que el desarrollo de las tecnologías 'verdes' "representa una oportunidad de miles de millones de dólares".

¿Y España?

En declaraciones a los medios en Bonn, la exsecretaria ejecutiva de la convención de la ONU para el cambio climático, Christiana Figueres, subrayó "la importancia de que este grupo de países se haya dado cuenta de que el carbón es el enemigo número uno de la salud pública, y, además, ya no es competitivo frente a las renovables e incluso frente al gas natural".

La diplomática costarricense cuestionó que España no esté en esta lista de países, y que "desde el Gobierno se pongan trabas a Iberdrola por anunciar el cierre de las dos centrales de carbón que tiene en el país, aun garantizando el empleo para sus 170 trabajadores y cuando no supone ningún riesgo para el suministro porque el país tiene sobrecapacidad".

Por su parte, la portavoz de Energía de Greenpeace-España, Tatiana Nuño, señaló a la agencia Efe que la alianza "envía una señal muy positiva que refleja una vez más las dinámicas mundiales que se distancian del carbón en beneficio de la salud del clima, el público y la economía".