El Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona ha asegurado este jueves a través de un comunicado que la policía "utiliza a los manteros para presionar al gobierno de Ada Colau". El colectivo ha respondido de este modo al altercado protagonizado el miércoles con agentes de la Guardia Urbana en las taquillas de la estación de la línea 3 de metro de Plaza de Cataluña.

Según los vendedores ambulantes, la alcaldesa responde con más presión "en lugar de defender los derechos de las personas migrantes y refugiadas". "Se pone del lado de la policía públicamente para no perder votos ni simpatía de nadie, aunque ella es consciente de que a quien quieren desgastar es a su gobierno". "Nosotros sólo somos un instrumento para conseguir sus fines", ha aseverado el sindicato, que ha criticado que los manteros fueron "golpeados con porras y mucha violencia".

Intentó colarse

Los hechos sucedieron a las 15.25 horas cuando un vendedor ambulante intentó colarse en el subterráneo. Un vigilante de seguridad le sorprendió y le recriminó su acción. Fue entonces, según el relato de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), cuando el joven reaccionó de manera agresiva hacia el empleado del suburbano. En ese momento, varios pasajeros alertaron a la policía, mientras que el vendedor ambulante hacia lo propio con su teléfono móvil, avisando a sus compañeros de la situación para que vinieran a socorrerle.

El colectivo considera que este enfrentamiento, "a finales de agosto, cuando hay menos manteros que otras semanas y después del momento de duelo y solidaridad que vive la ciudad, lo único que busca es crear un sentimiento de caos y violencia" para generar corrientes de opinión en contra de Barcelona en Comú".

Condenar la violencia

El comunicado asegura que los vendedores evitan la violencia pero que "siempre es inevitable que alguno se desespere por la injusticia de la situación". "Sobrevivir no es un delito, ser mantero, tampoco. Perseguid a banqueros, empresarios y políticos corruptos, no a los pobres", ha aseverado el sindicato, que ha pedido cesar la persecución contra su colectivo. La nota del sindicato termina con una condena hacia todo tipo de violencia

Este incidente se ha producido en el ocaso del verano sin que en julio y agosto se han registrado altercados importantes entre manteros y Guardia Urbana. La presencia de venta ambulante ha sido notablemente inferior a la del verano pasado, que obligó al gobierno a actuar ante las duras críticas de comerciantes y oposición política.