Este sábado en Anglés los vecinos están pegados a un escaparate, en él observan con asombro unos maniquíes de carne y hueso. Hay ocho modelos, cuenta su propietario, que se van alternando cada media hora. El objetivo no es otro que promocionar la nueva temporada Otoño-Invierno. Y son precisamente los vecinos del pueblo los protagonistas, que copan todas las miradas. Esta fórmula no es nueva, pero sí muy rompedora en un pequeño pueblo como éste. La iniciativa ha gustado tanto que ya hay cola para hacer de maniquí humano, la próxima temporada.