Xavier J. P., investigado por liderar una banda que atacó con explosivos el Paradise, el macroprostíbulo de La Jonquera (Gerona), fue asesinado ayer con un coche bomba en Viladecans (Barcelona). Los investigadores de los Mossos d’Equadra sospechan que detrás de este crimen hay una guerra entre bandas vinculadas con la mafia de la prostitución.

En la época más reciente de Cataluña no se habían producido ajustes de cuentas entre bandas de origen mafioso con coches bombas, un modus operandi que remite obligatoriamente a los atentados terroristas de ETA. Habitualmente, los crímenes vinculados a este móvil se han cometido con arma blanca o con arma de fuego. La instalación de un artefacto explosivo, cuya detonación puede alcanzar a terceras personas, es algo novedoso. Y preocupante.

Xavier J. P., de 45 años y residente en ese municipio del Baix Llobregat, acudió sobre las 11.30 horas a coger el coche que aparcaba habitualmente en la primera planta de un párking ubicado junto a su vivienda, en la calle de Santiago Rusiñol. Según la investigación de los expertos de los Mossos en desactivación de explosivos (Tedax), en cuanto introdujo la llave en el contacto del coche para arrancarlo se activó el artefacto que alguien había colocado en el chasis del vehículo.

La detonación fue «enorme», en palabras de Pilar, una mujer que trabaja en una oficina de servicios sociales situada justo encima del aparcamiento comunitario. Tras el ruido de la explosión, además, comenzó a filtrarse humo entre las baldosas del suelo de este establecimiento.

RESCATE

Los Bombers de la Generalitat -tras rescatar a una persona que se había quedado atrapada en un ascensor a causa de la explosión y que fue atendida por emergencias- ordenaron el desalojo de 40 vecinos que habitan en cuatro bloques de viviendas cuya estructura podría haber quedado afectada por la deflagración. Los Mossos establecieron a continuación un perímetro de seguridad.

Para apagar las llamas, los bomberos se protegieron con equipos de aire para acceder a un espacio completamente inundado del humo generado por la bomba. Al apagar los dos coches en llamas -el objetivo de los asesinos y otro aparcado justo al lado- descubrieron el cuerpo de un hombre y hallaron los primeros indicios de que aquella deflagración podría haber sido intencionada. Esta sospecha llevó al lugar de los hechos a los especialistas en explosivos.

DESCARTADO EL ATAQUE TERRORISTA

Los artificieros de la policía catalana, equipados también con oxígeno, accedieron al aparcamiento para llevar a cabo la primera investigación de lo sucedido. A los pocos minutos descartaron el origen accidental y alertaron de que se trataba de un coche bomba. La identidad del fallecido permitió también descartar enseguida que el ataque guardara relación con el terrorismo.

Xavier J. P. está considerado uno de los líderes de una banda investigada por atacar con explosivos el Paradise, uno de los burdeles más grandes de Europa, construido hace pocos años en el municipio fronterizo de La Jonquera. Durante las navidades del 2012, un grupo integrado por siete personas lanzó dos cartuchos de dinamita desde una moto contra el Paradise y otros cuatro individuos colocaron un vehículo -cargado con dos bombonas de gas y un 1 kilo de material explosivo- en el aparcamiento del recinto. El coche bomba no llegó a explotar.

Los sospechosos, entre los que se encontraba presuntamente Xavier J. P., estaban inmersos actualmente en un proceso judicial por estos hechos. Todos fueron arrestados en noviembre del 2013, un año después de los ataques. De hecho, la víctima asesinada ayer en Viladecans fue el último en abandonar la prisión y lo hizo después de abonar una fianza de 10.000 euros.

El Área de Investigación Criminal Metropolitana de los Mossos se ha hecho cargo de una investigación, que empezará a escarbar en el pasado de Xavier J. P.. La principal hipótesis es que este crimen forma parte de una guerra entre bandas vinculadas a la prostitución. Nunca se supo quién había ordenado los ataques contra el Paradise. La creencia más extendida es que los asaltantes habrían sido contratados por otro magnate del sexo de pago, tal vez inquieto ante la apertura del macroprostíbulo.