La madre de la niña de 4 años muerta en un hospital de Valladolid el pasado 3 de agosto dio a entender que, si existían malos tratos contra la menor, podían haber sido causados por su expareja y padre de la pequeña, con quien la niña estuvo una semana antes de que recibiera asistencia médica el 11 de julio.

La Fiscalía Provincial de Valladolid ha difundido hoy una nota de prensa, en la que explica la secuencia de los hechos en lo que corresponde a la actuación del ministerio público en el ámbito de menores.

Fue el 11 de julio de 2017 cuando la menor, que acudió acompañada de su madre, fue atendida en un hospital de Valladolid, donde presentó varias contusiones.

La progenitora, quien dijo entonces ser víctima de maltrato por parte de su expareja y padre de la menor, manifestó que las lesiones podían derivarse de los "juegos de la niña con su hermana", también menor, y que si existían malos tratos, recordó que, en cualquier caso, la pequeña había estado con su padre la semana anterior.

Recibida la asistencia médica correspondiente, la niña fue entregada a su madre, ha precisado el texto de la Fiscalía.

La policía judicial presentó el atestado ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer por la posible existencia de malos tratos, al tiempo que entregó una copia del mismo en la Fiscalía de Menores.

"Debe significarse que con sus manifestaciones la madre de la menor daba a entender que, de existir malos tratos, su expareja podía ser el causante de las contusiones, sin que se apreciara una situación especial de alarma pues su expareja se encontraba fuera de España", ha agregado.

"En ningún momento" la progenitora de la menor mencionó que en la actualidad ella mantenía una relación sentimental con otra persona, ha detallado el ministerio público.

Recibida la copia del atestado, el 19 de julio de 2017, y sin perjuicio de las actuaciones que pudieran realizar los órganos judiciales, "la Fiscalía de Menores fue quien entendió que era conveniente someter a valoración y control la situación familiar de la menor, razón por la que remitió a la Junta de Castilla y León el atestado".

Lo remitió al Ejecutivo autonómico en tanto que es la Gerencia Territorial de Servicios Sociales de la Junta el órgano competente para la adopción de medidas de protección sobre los menores de edad, ha detallado la Fiscalía.

El pasado 4 de agosto, el gerente de los Servicios Sociales del Gobierno autonómico, Carlos Raúl de Pablos, explicó a Efe que el 21 de julio recibieron una notificación de la Fiscalía de Menores en la que le pedía que investigara un posible caso de violencia y abusos sobre una niña de 4 años en Valladolid, ante lo que inició el protocolo para este tipo de casos.

Fue el pasado 26 de junio cuando técnicos de Servicios Sociales celebraron una reunión con la madre y sus dos hijas, de 12 y 4 años, en la Gerencia de Valladolid, donde acordaron una segunda reunión, esta vez en la casa en la que residían, según precisó entonces a Efe De Pablos.

La cita se cerró para dos días más tarde, el 28 de julio, pero la madre llamó el día anterior para decir que no podía realizar la entrevista por motivos laborales, ante lo que se aplazó al 1 de agosto.

Cuando los técnicos fueron a la vivienda esa fecha, nadie se encontraba dentro, lo que les alertó.

Al día siguiente, 2 de agosto, la niña ingresó con parada cardiorrespiratoria en el Hospital Clínico de Valladolid y la Junta se hizo cargo de la tutela de las dos menores.

La niña murió al día siguiente, el 3 de agosto.

Tanto la madre como la actual pareja de la mujer fueron detenidos y se encuentran en la cárcel por orden del Juzgado de Instrucción Número 6 de Valladolid, que investiga el caso tras la detección de supuestos malos tratos y abusos y que estableció prisión provisional, comunicada y sin fianza.