Una de las claves para lograr que la cifra de muertes en la carretera siga descendiendo año tras año, como ha ocurrido en toda Europa en la última década, es que los servicios de emergencia actúen antes. La creación de carriles especiales que solo puedan ser utilizados por ambulancias, policías o bomberos para que lleguen rápidamente es una alternativa. La otra, que necesita la complicidad de la industria, se concentra en los propios vehículos. La Comisión Europea dio ayer un importante paso ya que anunció que, en un plazo de poco más de dos años, los coches deberán llevar un dispositivo de serie que llame a los servicios de emergencia de forma autónoma si se produce un accidente grave.

El sistema es conocido como eCall. El proyecto con el que trabaja Bruselas obligará a las empresas automovilísticas a colocar un sensor en el vehículo que, al detectar un impacto fuerte (podría ser al activarse el airbag), llamaría automáticamente al 112, que es el teléfono de urgencia europeo, idéntico en todos los países. El dispositivo enlazaría de este modo con el centro de emergencia correspondiente, facilitando la posición del conductor herido, la hora del choque, la vía y la dirección en la que circulaba el vehículo.

Con esta alerta, se activarían los servicios de emergencia de inmediato, algo que no siempre ocurre ahora ya que puede ser que nadie vea el accidente porque es una vía poco transitada o porque es de noche. Además, se reducirá a la mínima expresión el tiempo de llegada de los servicios sanitarios, la policía o los bomberos, ya que en ocasiones estos últimos juegan un papel clave a la hora de rescatar a los damnificados. "Cada minuto es importante para salvar a los heridos", recalcó ayer el vicepresidente de la Comisión y responsable de Transporte, Siim Kallas.

La llamada de emergencia automática podría acortar un 40% el tiempo de respuesta a las emergencias en las zonas urbanas y hasta un 50% en el caso de las rurales. Bruselas calcula que se salvarían unas 2.500 vidas cada año en las carreteras europeas con este sistema. El objetivo es que en octubre del 2015 todos los coches nuevos lleven el eCall.

Kallas recordó ayer que a pesar de que se ha mejorado mucho en el descenso de víctimas en la carretera, esta se cobró todavía en Europa en el 2012 un total de 28.000 vidas. También hubo 1,5 millones de heridos.