Nació en las redes sociales, pero se ha convertido en un grupo de presión, en un lobi que aglutina a 8.000 abogados y juristas de toda España y que tiene como objetivo la lucha contra las reformas judiciales impulsadas por el Gobierno del PP, en especial las tasas, que limitan el acceso a la Justicia a los ciudadanos, y la pretendida reforma de la ley de planta judicial (organización de los jugados), que centraliza determinados órganos en las capitales de provincia.

La plataforma, denominada Brigada Tuitera, defiende una justicia gratuita digna y la independencia judicial, y también denuncia el mal estado de los juzgados. Los activistas se han entrevistado con dirigentes políticos para que asuman sus propuestas en sus programas.

El pistoletazo de salida de la Brigada Tuitera se dio días antes del 20 de noviembre del 2013, el primer aniversario de la publicación en el BOE de la ley de tasas judiciales. Uno de los fundadores fue el actual decano del Colegio de Abogados de Cartagena, José Muelas. A través de Twitter (el primer sistema de comunicación que utilizó el grupo, aunque después se creó una web y se extendió a Facebook e Instagram), impulsaron una campaña en contra de las tasas. Fueron trending topic en España y terceros en Europa. Y eso a pesar de la dificultad que siempre ha existido para movilizar a los abogados. El Manifiesto por la justicia resume las reivindicaciones de este movimiento de abogados de a pie, de aquellos que se pasan las mañanas pateando los juzgados.

EL ENJAMBRE En 13 meses, la plataforma se ha convertido en uno de los grupos más activos en internet. Cada día se añaden nuevos seguidores. Hay asociaciones de jueces y de fiscales que apoyan a la Brigada y se hacen eco de sus mensajes. Hay procuradores que se han puesto a su lado. Uno de sus secretos es que el colectivo usa la técnica del enjambre (equipos de trabajo interrelacionados y que emplean el sistema de comunicación colectiva). Su logo es una estrella roja en cuyo centro hay una almohadilla (#) y una T mayúscula como símbolo de "no a las tasas". Hay políticos que ya lo lucen.

La plataforma incluso ha traspasado internet y se ha convertido en un verdadero lobi ajeno a los colegios profesionales de abogados, aunque reciben el apoyo de algunos. "Todos los miembros estamos al mismo nivel. No hay una estructura jerarquizada y nos organizamos mediante grupos de trabajo más o menos por zonas. Ahí se generan las ideas, se comparten y después se lanzan. Usamos Twitter como si fuera la calle y por la difusión que alcanzan nuestros mensajes", asegura la letrada Sonia Reina, una de las principales activistas del movimiento. Es un grupo transversal.

"Hemos tenido reuniones con partidos políticos. Y además el grupo crece. A los abogados se han sumado ciudadanos, profesores, funcionarios, periodistas, procuradores, jueces y sindicatos", dice Reina. Los activistas también se han entrevistado con miembros de agrupaciones de pymes y con representantes de colectivos de trabajadores autónomos, ya que "las tasas afectan a todos", destaca la abogada.