Les Cortes Valencianas han aprobado este miércoles la ley de la función social de la vivienda con el objetivo de sacar al mercado de alquiler muchos pisos que ahora están vacíos. Por un lado, se aumentan las garantías a los particulares para que pongan sus viviendas a disposición de la red autonómica de alquiler, y por otro, se pretende impulsar que los bancos pongan sus pisos desocupados a disposición de las personas en régimen de alquiler social.

Pero la ley permitirá también a la Generalitat expropiar el usufructo de los pisos de las entidades financieras, y probablemente de propietarios de más de diez viviendas, en el caso de que haya una amenaza de desahucio y sea la primera vivienda de familias en situación de emergencia social. En el caso de que por los impagos los bancos quisieran impulsar un desahucio, la Generalitat mediaría para reconvertir esa hipoteca en un alquiler con opción a compra, que no podría superar el 25% de los ingresos de esa unidad familiar y que el propio gobierno valenciano pagaría durante un periodo de entre tres a seis años. Si el dueño se negara, la Generalitat estaría habilitada para iniciar un proceso de expropiación del usufructo para garantizar que la familia pudiera continuar en su piso.

SATISFACCIÓN EN LA PAH

Se trata de una medida similar a la que han puesto en marcha otras comunidades y que el gobierno ha recurrido ante el Tribunal Constitucional. Miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) siguieron el pleno desde la tribuna y se felicitaron por la aprobación de una norma que incluye 50 de las cerca de sus 70 alegaciones.

Además de los votos del PSPV, de Compromís y de Podem (los partidos que dan apoyo al gobierno), la ley también fue aprobada por Ciudadanos, que la considera necesaria pero que advirtió que nace “herida de muerte” porque legisla sobre materias sobre las que no puede hacerlo. El único voto en contra fue el del Partido Popular. La diputada Elisa Díaz la comparó con "Frankenstein" y dijo que la ley es “un monstruo, muy grande y muy torpe” que "se desmontará y se verá que es incapaz de llegar a ningún sitio".