Cada persona tiene ciertos momentos en los que impera la tendencia a la tristeza. Nos afectan los cambios de estación, los problemas familiares o las rupturas sentimentales.

Sentir tristeza es inevitable. Nuestro estado de ánimo nunca es estable, ya que obedece a factores y variables de todo tipo. Pero para alcanzar el bienestar y aumentar la sensación subjetiva de felicidad no es necesaria estabilidad. Conocer los síntomas que nos indican tristeza en nosotros mismos y saber qué pautas debemos seguir para aumentar nuestro estado de ánimo nos ayudará a superar cualquier etapa.

Síntomas de tristeza

Muchas personas tienen la habilidad de saber cómo se sienten en cada momento y poner nombre a todo lo que les ocurre. Pero por nuestra educación, la tendencia es otra. Solemos confundir sentimientos y no aceptarlos ni gestionarlos.

Aumentar la inteligencia emocional parte de reconocer correctamente cada emoción y saber cuáles son sus señales de alarma. ¿Cuáles serían los rasgos para identificar que estamos tristes?

-Estar cansados la mayor parte del día, independientemente de las horas de sueño.

-Dolores musculares y molestias intestinales.

-Rechazar todo plan de ocio.

-Lentitud mental y física.

-Irritabilidad.

-Excesivas tareas vacías, como ver la televisión.

-Falta de apetito o hambre en exceso.

-Problemas de sueño.

-Sube tu ánimo

-El primer paso para acabar con la tristeza es identificar que la estamos sintiendo. Forma parte de nosotros y, como cada emoción, tiene su función y utilidad. Pero una vez que entendemos el motivo, debemos trabajar para salir de ahí.

Empieza a seguir cada pauta, aplícalas a diario y verás como la tristeza desaparece y notas un nivel de energía mayor.

1. Todo comedia.

Exponerse a situaciones donde surjan emociones positivas nos hará empezar a contagiarnos. Cine o series entretenidas, monólogos o bromas entre cafés con amigos van a ayudarte a potenciar la alegría que en esos momentos está olvidada.

2. Acepta la tristeza.

Como hemos dicho, tiene una función. Expresa cuáles son tus necesidades y te habla sobre aquello que ha ocurrido que te ha hecho sentir así. Esto es importante cuando debemos hacer algún cambio para que no se repita el patrón. Una vez escuchada, debemos aceptarla y dejarla ir.

3. Muévete.

No solo implica ir al gimnasio o salir a correr, sino también pasear, hacer con normalidad nuestras actividades diarias y darle un plus de activación. Ni escaleras mecánicas ni ascensores: debes centrarte en moverte más.

4. Pon el foco en lo bueno.

Nuestro cerebro tiende a buscar aquellas cosas que son coherentes con nuestro estado emocional. Esto se debe al sesgo de observación selectiva. Este sesgo hace que en momentos de tristeza solo veamos acontecimientos tristes alrededor. Para combatirlo, cambia el foco. Haz un ejercicio diario para buscar a lo largo del día 10 cosas positivas que hayas hecho o que te hayan ocurrido.

5. Vive en el aquí y ahora.

La tristeza suele ir combinada con la ansiedad. Solemos vivir en el futuro, en todo lo que nos va a ocurrir o las cosas que tenemos por delante. Si a esto le sumamos que en estos momentos no nos encontramos bien anímicamente, la ansiedad se eleva ya que pensamos que solo ocurrirán cosas negativas y no seremos capaces de afrontarlas. Céntrate en el presente, en lo que tienes que resolver en cada momento, independientemente de lo que harás 3 horas después.

6. Ocio.

Salir de casa es importante, pero, sobre todo, hacerlo en compañía. El aislamiento aumenta la sensación subjetiva de soledad, lo que aumentará la tristeza. Apóyate en tu círculo cercano y propón tú mismo planes de ocio.

No podemos cambiar nuestro estado de ánimo simplemente con el pensamiento de que no queremos estar tristes. Pero sí podemos influir en nuestro bienestar si empezamos a usar pautas centradas en modificar nuestros hábitos y añadiendo nuevas rutinas. Por eso, estas 6 pautas tienen un efecto inmediato sobre la tristeza y logran reducirla y eliminarla.

* Ángel Rull, psicólogo.