Cuarenta años después de que los últimos astronautas se retiraran de la Luna, la NASA lanzó ayer una pequeña sonda para intentar descubrir los secretos que aún perduran acerca de la casi imperceptible atmósfera del satélite, incluyendo las extrañas auroras que observaron los tripulantes del programa Apollo entre 1969 y 1972. El cohete lanzador Minotaur V, un antiguo misil reconvertido para la exploración espacial, despegó sin contratiempos desde la base de Wallops, un emplazamiento situado en una isla de la costa de Virginia que la NASA emplea muy esporádicamente. La sonda, llamada LADEE (siglas en ingles de Explorador de Atmósfera y Ambiente de Polvo Lunar), alcanzará la órbita lunar en un mes.

LADEE, que tiene el tamaño de un utilitario y lleva a bordo dos espectrómetros, recogerá datos detallados sobre la estructura y la composición química de la atmósfera lunar, cuya densidad equivale a una cienmilésima parte de la terrestre (la escasa gravedad impide retener las moléculas gaseosas). En este sentido, uno de los cometidos será observar si hay polvo en suspensión cerca del suelo y si este material es, al cargarse eléctricamente por la luz del Sol, lo que originó los brillantes resplandores que los astronautas de las Apollo "observaron en el horizonte justo antes del amanecer", según explicó la NASA en un comunicado.

Determinar si hay polvo y en qué cantidad también es de capital importancia para el futuro desarrollo de misiones de larga duración en la Luna puesto que podría atascar vehículos exploradores, trenes de aterrizaje y sistemas de filtrado.

TENUE, PERO EXISTE "A la mayoría de nosotros se nos enseñó en la escuela que la Luna no tenía atmósfera --comentó en una teleconferencia Sarah Noble, científica del programa LADEE--. Hoy sabemos que realmente existe, aunque es muy, muy tenue". "Una atmósfera liviana como la de la Luna --añadió John Grunsfeld, administrador científico de la NASA-- puede ser más común en el Sistema Solar de lo que pensábamos". Una mejor comprensión de sus características atmosféricas podría ayudar a los científicos a comprender otros objetos de nuestro sistema, como asteroides o satélites que orbitan otros planetas, prosigue la agencia espacial estadounidense.

La NASA ha lanzado a lo largo de las últimas décadas 40 misiones con destino a la Luna, entre sondas y naves tripuladas.