El Juzgado de Instrucción 2 de Granada ha citado este martes a Juana Rivas, la vecina de Maracena (Granada) que permanece en paradero desconocido desde que incumpliera el miércoles 26 de julio la orden judicial de entregar a sus hijos al padre, condenado en el 2009 por un delito de lesiones en el ámbito familiar, y a este último, en el marco de las diligencias abiertas por la vía penal para dirimir si ella ha podido incurrir en un delito penal de retención ilícita de menores.

Si la madre de Maracena no compareciera, se expone a una orden de detención y presentación que el juez dictaminaría al objeto de dar con su paradero, y poder restituir a los menores a su progenitor, residente en Italia, país que reclama la vuelta al domicilio familiar de estos niños de once y tres años.

La cita está prevista para las 10.00 horas en el edificio judicial de Caleta, donde tiene su sede el Juzgado de Instrucción 2 de Granada, que se ha declarado hábil para este caso en el mes de agosto, después de que, en labores de guardia el pasado viernes 28 de julio, abriera diligencias previas para averiguar si la madre de Maracena ha podido cometer posibles delitos de desobediencia a la autoridad judicial; de sustracción interparental de menores y de violencia psicológica habitual contra los hijos, como apuntó la defensa de su expareja, Francesco Arcuri, que había solicitado al Juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada medidas cautelares contra Rivas, entre ellas una orden de búsqueda internacional, que este juez denegó.

Coincidiendo con la cita judicial, se ha organizado una concentración a las 9.00 horas de este martes frente a los juzgados de Caleta, de la asociación 'Granada por la custodia compartida ya'. Un portavoz de esta entidad ha indicado a Europa Press que su intención no es tanto reivindicar la posición de Francesco Arcuri en este proceso, sino "los intereses de los menores" frente a la repercusión mediática del mismo.

El caso de Juana Rivas ha alcanzado una gran notoriedad mediática, con campañas en las redes sociales promovidas por grupos a su favor, como la que se dio a conocer con la etiqueta 'Juana está en mi casa' después de que incumpliera la orden judicial por la que había de devolver sus hijos a Arcuri.