Diez años después del lanzamiento del primer iPhone, Apple conserva el embrujo y ayer miles de personas en todo el mundo hicieron cola durante horas ante sus tiendas para ser los primeros en comprar el nuevo teléfono inteligente de la compañía, el iPhone X. Las tiendas de Apple en Ciudad de México, Madrid, Los Ángeles, Tokio, Moscú o Pekín acogieron aficionados dispuestos a pasar la noche a la intemperie para llevarse un iPhone X, un dispositivo de elevado precio (999 dólares en EEUU) y que, como novedades, amplía la pantalla táctil hasta suprimir los marcos, elimina el botón de inicio y dispone de reconocimiento facial.

En The Grove, uno de los centros comerciales más populares de Los Ángeles, unas doscientas personas con sillas, mantas y café rodeaban a primera hora del día una manzana cercana a la tienda de Apple. Los más hábiles fueron quienes tenían una reserva previa, y así evitaron hacer cola y tenían garantizado llevarse un iPhone X puesto que por la gran demanda y escasez de los dispositivos, Apple advirtió en días previos que las unidades disponibles eran ayer limitadas.

Con una sonrisa de oreja a oreja y grabando todo para no perder detalle, el chileno Gonzalo Herrera fue uno de los cinco primeros clientes en entrar hoy a la tienda de Apple en The Grove. «Estoy con el iPhone desde el primero. Generalmente cambio cada dos años y este era un momento especial: diez años desde el primero», comentó Herrera, quien viajó desde Chile junto a un amigo.