Los 900.000 inmigrantes que viven en situación irregular en España podrían recuperar a medio plazo el derecho a la asistencia sanitaria pública de la que en el 2012 les privó el Gobierno de Mariano Rajoy. Si en abril el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, adelantó que se concedía a ese colectivo el derecho a acudir a los centros de salud de asistencia primaria -no a los hospitales ni a los médicos especialistas-, ayer dio un nuevo paso en la misma dirección al anunciar que estudia "devolver" la asistencia sanitaria completa a los simpapeles que lleven un año empadronados en España. Esto, puntualizó Alonso, "en ningún caso" supondrá derogar el decreto 16/2012 que suprimió el derecho a aquella asistencia.

En la reunión de ayer del Consejo Interterritorial de Salud, el ministerio planteó que además de al menos un año de empadronamiento los simpapeles tuvieran el pasaporte en vigor y hubieran presentado la solicitud para recibir la asistencia en un centro de atención primaria, condiciones que aceptaron entonces los representantes de las autonomías asistentes.

El documento permitiría a los extranjeros en situación irregular tener la asistencia sanitaria primaria y quedaría a criterio del facultativo derivarles a un especialista, explicó el secretario general de Sanidad, Rubén Moreno, quien precisó que deberían pagar el 40% de los medicamentos en la farmacia.

La Junta de Andalucía es una de las comunidades que plantearon ayer en la reunión del Consejo Interterritorial de Salud la vuelta a la universalización de la sanidad para que los inmigrantes irregulares reciban la misma atención sanitaria que cualquier residente en España, a pesar de que este asunto no estaba en el orden del día.