El peor incendio que ha afectado a Corea del Sur en una década causó ayer 37 muertos y más de 140 heridos, de los que cerca de una veintena están graves, en un hospital de la ciudad de Milyang. Aunque en un primer momento la confusión llegó a elevar todavía más el número de víctimas, fueron 37 las personas que perdieron la vida en el hospital Sejong, donde a las 7.30 horas (22.30 gmt del jueves) las llamas se desataron en la concurrida sala de emergencias del primer piso del edificio principal.

El Ministerio de Sanidad de Seúl informó de que se desconoce por el momento el origen del incendio y que se teme por la vida de varios de los 18 heridos graves, mientras que las autoridades del centro hospitalario sopesan la posibilidad de que la chispa de algún aparato eléctrico fuera el causante de la tragedia. «Todavía no sabemos la causa exacta del fuego, pero algunos dicen que pudo haber sido generado por una chispa de alguno de los sistemas de calefacción o refrigeración, una chispa del techo o haberse desatado en unas instalaciones diseñadas para desinfectar equipo quirúrgico», estimó el presidente del hospital, Song Byeong-cheol, en declaraciones a la agencia Yonhap. Los bomberos tardaron unas tres horas en apagar el fuego en el edificio, cuya primera planta fue pasto de las llamas. No así ninguno de los pisos superiores, lo que evitó que hubiera más víctimas.