La Iglesia ha reclamado hoy los valores cristianos de la familia tradicional, ante la aceptación social de diversos modelos de familia, distintos al de hombre y mujer, el divorcio y el aborto, en la Misa de Familia celebrada en la madrileña Plaza de Lima.

El Papa Benedicto XVI ha dirigido en español unas palabras desde el Vaticano por videoconferencia, antes de comenzar la misa, a los miles de personas que se encontraban en la plaza y el paseo de la Castellana, desde las pantallas gigantes colocadas para facilitar el seguimiento del acto religioso.

Benedicto XVI ha dicho que uno de los mayores servicios que los cristianos pueden prestar a los hombres es ofrecer el "testimonio sereno y firme de la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, salvaguardándola y promoviéndola, pues ella es de suma importancia para el presente y el futuro de la humanidad".

El Pontífice ha argumentado que el hecho de que Dios haya venido al mundo en el seno de una familia implica que esta institución es el "camino seguro para encontrarlo y conocerlo".

Esperanza para el futuro

El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, en su homilía en la Misa de Familia, ha dicho que el modelo de la familia cristiana es el que responde fielmente a la voluntad de Dios y el que garantiza "el bien fundamental e insustituible" de la familia para sus propios miembros, la sociedad y la Iglesia, y la esperanza para el futuro.

Ha advertido de que "ese otro lenguaje de los diversos modelos de familia que parece adueñarse, avasallador y sin réplica alguna de la mentalidad y de la cultura de nuestro tiempo, no responde a la verdad natural de la familia".

Rouco Varela ha recordado la homilía del Papa anterior, Juan Pablo II, en 1982 en una Eucaristía también en la Plaza de Lima, y su rechazo a la anticoncepción y a la "gravísima violación del orden moral" cuando no se respeta la vida de los ya concebidos.

También ha aludido a una encíclica de Benedicto XVI, que dice que los Estados están llamados a establecer políticas que promuevan la centralidad y la integración de la familia, fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, "célula primordial y vital de la sociedad".

Rouco Varela ha señalado que el panorama que presenta la realidad de la familia en Europa "no es precisamente halagüeño", y ha defendido el derecho a la vida del niño, todavía en el vientre de su madre, que se ve "lamentablemente suplantado" en la conciencia moral de un sector cada vez más importante de la sociedad y en la legislación que la acompaña y la estimula, por un supuesto derecho al aborto en los primeros meses del embarazo.

La misa de familia, que conmemora la festividad de la Sagrada Familia, está organizada por el arzobispado de Madrid e impulsado por el Camino Neocatecumenal, cuyo fundador Kiko Argüello, ha saludado a los asistentes y ha cantado una canción a la Virgen desde el altar.

Miles de personas han participado en este tercer encuentro de las familias, que este año, por primera vez, ha contado con la asistencia de familias -principalmente neocatecumenales- llegadas de distintos países europeos, como Polonia, Italia, República Checa o la de Hungría, que han seguido la ceremonia religiosa en una muy fría mañana en la capital.

También han acudido a la cita seis cardenales y ocho obispos de Francia, Alemania, Holanda, Italia, Polonia, Austria y Portugal, además de 39 prelados españoles, junto con el nuevo nuncio Renzo Fratini, algunos de ellos se han dirigido a los fieles antes de la misa, como el cardenal presidente del Pontificio Consejo "Cor Unum", Paul Josef Cordes, y el presidente de la Conferencia Episcopal polaca, arzobispo Jozef Michalik.

En esta ocasión, finalizada la eucaristía, Kiko Argüello anunció que traía un regalo para los obispos, la presencia de los Reyes Magos de Oriente, que llegaban desde Sevilla acompañados por bandas de la cofradía de Jesús de los Gitanos.